El Tapiz Amarillo se considera una importante obra temprana de la literatura feminista estadounidense por su ilustración de las actitudes hacia la salud mental y física de las mujeres en el siglo XIX.
La historia se narra mediante las anotaciones de un diario escritas por una mujer, cuyo marido médico alquiló una vieja mansión de verano para que ella se cure de lo que él llama una «depresión nerviosa temporal” problema común en mujeres de la época.
La mujer describe con énfasis en su diario, el papel tapiz de la habitación: su color «enfermizo», su olor «amarillo», su patrón extraño e inquietante, y esto poco a poco va absorbiendo su atención y su mente, provocando un desenlace inquietante.
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