Enteramente cronopia, alma musical y voladora, con 33 vueltas al astro mayor.
Intento poco riguroso de poeta, enfermera de profesión. Mamá feminista.
La poesÃa como único emblema y religión. Laboranta del verso libre por amor y vocación.
Caótica, rebelde por convicción, eternamente soñadora, amante permanente del mar y coleccionista de atardeceres.
Absolutamente libre, sólo se puede existir donde esta el corazón.
Llantear 50 años
Hay tanto que decir
Pero nos vestimos bajo las sombras
De la amnistÃa del silencio
De un puto silencio cauto
Inmoral, alcahueta
En este paÃs nunca fue bien visto hacer mucho ruido
Y asà desandamos nuestra historia
Sonrisa sin dientes dibujada
Apretada, ultrajada
Sabemos bien callar
Sabemos bien llorar
hacia dentro
silencio aprendido
Constitucional
Mas mis ojos arden
Mas mis ojos queman
Porque cargo un saco de gritos agrietados
Fantasmagóricos y antiguos
Duelen 50 años sobre mi espalda
Columna de huesos extraviados
Dulce patria enmudecida
Ladran mis muertos
Mis espantos
¿Dónde están mis compañeros?
¿Dónde han escondido su sonrisa?
¿Es que alguien aquà puede escuchar mi llanto?
Es el llanto que llevamos todos
Sobre el rostro sobre las manos
Sobre los altaneros emblemas
Dibujado
Hay tanto que decir
Mas el mar calmo secuaz funcionario
Del horror de mi pasado
PodrÃa baldear océano entero
Buscando el susurro de mi padre
Buscando el zapato de mi hermano
PodrÃa baldear océano entero
Pero callo, sucumbo y enmudezco
Pues mi cantó con horror ya fue quebrado
Los botines del sicario
En mi rostro censurado
Todo calla
Todos callan
Maldición de veredictos putrefactos
¿Dónde están mis compañeros?
¿Dónde han escondido su sonrisa?
¿Es que alguien aquà puede escuchar mi llanto?
Es el llanto que llevamos todos
Sobre el rostro sobre las manos
Sobre los altaneros emblemas
Dibujado
Hay tanto que decir
Pero en el desierto no se escuchan
Mis pasos ya cansados
Mi terrible aullido de andar sin hallarlos
Bajo el sol de Pisagua
hasta el gélido lamento
De los vientos de Dawson
Donde se pueden esconder
40.000 sueños silenciados
Dulce patria enmudecida
Ladran mis muertos
Mis espantos
Ya no cabe en mi cuerpo
Esta letanÃa de silencio tan macabro
Ni la rabia, ni el quebranto
Quiero que este llanto me posea
Grito, entraña, ciudad, llano
Quiero romper todos los rostros vacÃos
Los opacos
Y llantear largo y hondo
Llanto a grito pelado
Llanto que me lave la apatÃa
El atropello, la tropelÃa, los cascos
Llanto deja que te llore
Llanto que ya no cabes entre mis manos
¿Dónde están mis compañeros?
Sol naciente
El verano siempre vivió dentro de mi
Todas las cuerdas de mi alma danzante
Encontraron refugio en el sol
Y desde ahà late, desde ahà aprende a emanar
Esta pasión por amar
Por arder la vida
Y las tantas muertes que hay en ella
Y las tantas muertes que yo misma he muerto
Es como si de pronto el cielo
Tembloroso
Aprisionado en la congoja
De esa llovizna que le atraviesa las entrañas
Reclamara su envergadura
Pronunciara entre su sombra mi nombre
Y me increpara herido
Acaso me has extraviado?
Me has arrinconado en el baúl del olvido
Sólo porque se ha apagado mi luz?
Te he mostrado que el sol
Es un emblema silencioso
Que se encumbra en la frente
De aquellos que han aprendido a cantar
Que aunque sangre este julio inclemente
No he muerto
No he muerto
He de llorar un instante las ausencias
Pero la música del sol
Jamás se extingue