La piel rebelde no acepta negaciones
se emociona se sorprende poeta
sabe que no volverán los días de antes
de entonces
las palabras se fueron volaron entre las nubes
solo permanece el dolor de ver su rostro en la noche
El duelo la pérdida del amado pena larga y dolorosa
la piel el corazón las horas muertas
encontraron consuelo y alegría en sus ojos negros
en nuestras pupilas que se cruzaron con ternura
abrazando la piel enervada por sensual caricia
de tus manos y las mías que supieron acoger soledades
Hoy solo queda el dolor de otra pérdida
el adiós al amigo amado sin brillo en sus ojos negros
que dijeron adiós a las caricias, las palabras y el secreto
Hoy sentí tu adiós sin despedida
hoy te dije adiós sin amargura con nostalgia
melancolía por las palabras perdidas
las complicidades olvidadas
ternura por tu piel y tus palabras
que el tiempo no se llevará aunque me olvides
