El día se aleja sin ruido ni aspavientos
un nuevo aniversario se pierde en el ocaso
no regresa a mi piel el cuerpo ausente
apenas lo entreveo entre cúmulos y nimbos
danzando un adiós tras la partida
Volverán a trenzarse los días
como siempre como si nada hubiera ocurrido
el mundo seguirá en sus luchas demenciales
tratando de ganarle al aciago destino
pero toda lucha es batalla perdida
dice el pregonero de la noche
Otro día, otros días vendrán uno tras otro
a instalarse en el tiempo extraviado
en inútiles afanes huidas en estampida
una danza macabra de la vida
para escapar de la muerte
de la brújula perversa
esa que orienta a la Parca
a encontrarlo
donde quiera que lo lleve su fortuna
Fotografía: Pedro del Fierro
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