MAYO, EL MES DE MAIA Y DE LA RENOVACIÓN
- entre parentesis
- Jun 28
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El mes de mayo avanza con la fuerza de la historia y el cambio de estaciones. En el hemisferio norte, es el despertar definitivo de la primavera; en el sur, la despedida melancólica del calor y la llegada del otoño con su aire de transformación ad portas de un invierno gris que nosh ace añorar la primavera. Su nombre, heredado de la antigua Roma, evoca la fertilidad y el crecimiento, como si cada día trajera una renovación incesante, asociada, por supuesto a la primavera que florece allá muy lejos, atravesando el charco.
La esencia de mayo está estrechamente vinculada por ello a Maia, la diosa romana de la fertilidad y el florecimiento. Maia, cuyo nombre está asociado con el concepto de "grandeza" y "crecimiento", era la mayor y más hermosa de sus hermanas y su importancia se ve engrandecida porque es la madre de Hermes, el veloz mensajero de los dioses, fruto de su unión con Zeus. Maia vivía en una cueva del monte Cilene, en Arcadia, y se caracterizaba por su naturaleza discreta y tranquila, alejada del bullicio del Olimpo. Su conexión con la tierra y la fecundidad la llevó a ser venerada en festivales y rituales que buscaban asegurar cosechas abundantes y estabilidad en el hogar.

Mayo es rebelde y trabajador. Es el mes en que el mundo celebra el esfuerzo de quienes construyen sociedades, con marchas y conmemoraciones en honor a los derechos laborales, a las luchas por lograr mejores condiciones de trabajo, a recorder el sacrificio de aquellos que lucharon y perdieron la Batalla en el camino. Pero también es festivo, con danzas alrededor del Maypole en Europa y la alegría del Cinco de Mayo en tierras mexicanas y estadounidenses.
Mientras tanto, en la historia, mayo ha sido testigo de revoluciones y gestas heroicas, de decisiones que han cambiado el rumbo de naciones. En el hemisferio sur, el mes avanza con su propia identidad: las hojas caen, los cielos se cubren de tonos dorados y los días se acortan, trayendo consigo una nostalgia serena y reflexiva.
Mayo nunca es un mes quieto; es una frontera entre estaciones, entre tiempos, entre pasados que se recuerdan y futuros que comienzan a delinearse. Y como su diosa patrona, sigue floreciendo, creciendo y marcando el paso del tiempo con la misma fuerza con la que Maia fue venerada en la Roma antigua.

En algunas interpretaciones, Maia es considerada esposa de Vulcano, el dios del fuego y la forja, quien le hacía ofrendas para fortalecer su poder y asegurar la productividad de la naturaleza.
La conexión de Maia con el crecimiento y la abundancia le dio un papel destacado en la religión romana antigua, y su nombre quedó grabado en la historia a través del mes de mayo, que sigue recordando su esencia.
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