Un organillero caminó el barrio
pasado el mediodía
y escuché sus sones con mi mente
viajando en el tiempo
a aquellos días cuando
sabiendo de mi amor por sus melodías
corrías a detenerlo en la calle frente a mí
En tus manos brillaba un remolino de colores
y en el aire flotaban las armonías y el encanto
Qué días aquellos en que tu amor abrazaba mi cuerpo
no solo mi cuerpo también mis sentidos
ay mi amor perdido ese amor tan añorado
tus caricias hechas melodías y fantasías
Hoy busqué en mi cartera un billete alguna moneda
para pedirle venir frente a mi casa
No encontré moneda alguna y en el intertanto
se fue junto a tu recuerdo
Me quedé llorando frente a la ventana
recordando tu amor y el mío
y eché de menos tus caricias
esas que aún flotan en el aire y susurran en mis oídos
Me quedé llorando tu recuerdo
la nada en que tu cuerpo vive hoy día
aunque en mi memoria tu cuerpo tu piel
sigue latiendo tan fuerte
que hay momentos instantes y días
en que parece que tus brazos me estrechan
y tus ojos se pierden en los míos
Puedo vivir amor sé que te he sobrevivido
aunque hay días momentos y horas
en que no puedo olvidar tu abandono
y la rabia la impotencia y el desespero
se entronizan en mi cuerpo como astillas encarnadas
que torturan maltratan y estremecen mis sentidos
Pero puedo vivir amor aunque el organillero
traiga en sus melodías los brazos que ya no tengo
y me haga volar entre melancolías
hacia el tiempo en que yací en tus brazos
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