Fulgores de la tarde
encienden ciudad fantasma
habitada de canes y felinos
agazapados tras árboles
doblados por el viento
Acechando la oscuridad
se escurren a las moradas
los espectros caminan
en busca de abrazos prohibidos
y un beso olvidado en los campos
milenios de vida atrás
Espectros caninos felinos
se deslizan sigilosos
aterrados en huida desalada
eluden la piel y el aliento
que los puede malograr
Se acurrucan frente a las nubes
vociferan al viento
el dolor el aislamiento
コメント