Sobreviviendo

Sobrevivir cobra precio muy alto

sobrevivir es ver a través de las décadas

cómo los amigos se marchan hacia la nada

cómo aquellos que amamos se van sin decir a dónde

Primero parten sin decir adiós aquellos iluminados

esos que la vida y su crueldad quebraron en la juventud

un disparo un vuelo hacia el pavimento un viaje al sueño sin regreso

que miraste desde la ventana quizás desde una vereda

una mañana una tarde o una noche cualquiera sin entender

Parten y no entiendes por qué si la vida es tan bella

aún en los momentos más tristes en las desilusiones

en todas aquellos instantes que no se pueden aceptar

es maravilloso vivir

Luego se marchan los que no querían los que amaban vivir

aquellos que vieron truncadas sus vidas un accidente

una enfermedad terminal y sigues pensando

que la vida es injusta y que no tiene sentido

no tiene explicación alguna para el dolor

Y más tarde o muy temprano se van se marchan

aquellos imprescindibles los inolvidables

esos que añoras cada día esos que te fuerzan

a trabajar sin tregua a no dejar espacio desocupado

porque el tiempo vacío se hace insoportable sin su presencia

Navego tus ojos negros todos los días

me cogen tus manos de gigante todas las tardes

y aunque ya no recuerdo tu voz

un eco la repite en mis entrañas

y tu rostro me sonríe desde la ausencia desde la nada

No puedo descansar sin ti

cada minuto vacío de tu presencia es soledad

me embarco en travesías agotadoras para olvidar

me tiendo en brazos extraños buscando paliar tu ausencia

y vuelvo a esconderme tras mis cuatro paredes

para llorar esta pena inconsolable

esta ausencia sin respuesta

mis ansias de ti de tus manos de tus piernas

de tu cuerpo y tu mirada

y entonces

las lágrimas ruedan por mis mejillas

sin consuelo sin destino sin por qué