top of page

A mi hija makarena

  • Foto del escritor: Facundo Miró
    Facundo Miró
  • 28 jul 2020
  • 1 Min. de lectura

Cuando los hijos se van, quedan los recuerdos, las risas, los cantos y los juegos. Es como un ciclo de amor que has vivido y que queda como un broche para siempre en tu corazón.


Tenerte en mis brazos mi niña

fue llenarte de amor y caricias,

mi corazón no daba para más

viéndote beber la leche de mamá.

Fui quizás un padre defectuoso

pero quise ser un protector virtuoso

y en mis alas siempre te cobijé

con mi amor profundo te acaricié.

Qué manera de crecer rápido

impedirlo siempre fue un fracaso,

me encantaba tu risa burlona

y ese hablar que nunca desentona.

Siempre fuiste mi niña hermosa

Verte crecer no me apasiona.

Cada noche con un cuento te dormías

y mi imaginación nunca se rendía.

Y hoy que eres madre

siento un inmenso orgullo de ser tu padre,

gracias por los nietos que me has dados

con los mismos cuentos estaré a su lado.



 
 
 

Comments


bottom of page