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No me digas que soy viajero

Porque los puertos se han caído a pedazos

Juntamente con sus lancheros de papel

Incrustados en la orilla

Haciendo difícil la misma poesía

En cada iglesia oscura que visité

Con sus cementerios de flores mordidas

Y cabeceras de piedra partida

Llorando cicatrices de otro tiempo

Como si las heridas en mi piel no fueran a terminar

Tampoco el polvo asesino de mis pulmones

Cicatrices

Silencio

Yo me he ido lejos

Como artesanía de tinta en el viento

Entre surcos de letras por el mar

Conmigo se han ido las gaviotas

Se aproximan

Se alejan

De pronto vienen y se van

Como un vigilante dormido entre las olas

Puedo dibujar mis relojes torcidos en la playa

Y volar a lo lejos

Recogiendo el cochayuyo que olvida la niebla

Separando la sal de mis dedos

Arrastrado sin fuerzas el frio de los años

En el viento

Que envejeció conmigo en cada esquina de la ciudad

Esquinas de tinta y carbón adolorido

No me digas que soy viajero

Todo lo demás lo olvidé

He dejado esas lanchas de madera y metal oxidado

Al borde de mi poesía sin sentido

Descalza

Oscura

Atormentada en el silencio de otoño

Con sus paisajes pálidos anclados en mi sangre

Sorda en el hambre de una voz ignorada

Sin letras

Sin el eco que tirita en la sombra que castiga las imágenes del tren

Murmullo Mapuche

Yo me he ido lejos

Como artesanía de carbón en el viento

Entre surcos de letras por el mar

Como vigilante y no viajero

Atorado en las olas que escupen mis pasos

Atorado en el silencio

Que aprieta fuertemente su venganza en mis oídos

En los libros

Lebu

Yo cuido de tus gaviotas

Y escribiré despacio para ellas

Como artesanía de tinta y olvido

Letras que tropiezan falsas en la arena hasta caer y formar frases en el viento

El viento de otro otoño

Que trajo el blanco inconcluso de lo desconocido

Aquello que también he leído

Aquello que también he perdido.


“COMO ARTESANIA DE LETRAS EN EL TIEMPO”

Lebú, Carbón, viento y silencio.

Poemas ganadores del tercer lugar en el concurso Gonzalo Rojas Pizarro 2018, de Lebu.





 
 
 

El cielo es el punto de partida es lo que Dios diría cuan misterio Que bien lo saben aquellos pájaros errantes que vuelan sin cesar Los que continúan avanzando bajo la sombra de una nube en medio de las estrellas empujan los árboles rompiendo ramas al pasar Sangran Pero siguen volando… ¿Quién lo diría? Cuando se elevan aquellos pájaros el viento los abraza y pueden mirar a Dios ¡Reciben fuerzas! Así es... Como astronauta indeleble en medio del universo contemplo la imagen y quisiera sonreír a la vida por el Espíritu noble que hay en aquellos pájaros Escalan el horizonte como si de eso dependiera la vida Como Dios lo diría cuan misterio “El cielo es el punto de partida”


 
 
 

El universo es un poema escrito en medio del silencio tan extenso y tan difícil de expresar Su lenguaje de letras espaciales son estrellas que escriben universo pero nadie entiende la edad El universo nos atrapa cuando elevamos el pensamiento y nos desnuda de cadenas al faro de un alma fugaz Renacen las estrofas del tiempo de un sueño infinito entre la luz y la oscuridad Quisiera decirlo… Hay paz en el universo ¡Libertad!



 
 
 
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