Hace 8 años, un 27 de octubre del 2013 , a los 71 años nos dejaba alejado de los excesos que cimentaron su leyenda y acompañado de su última compañera la también artista Laurie Anderson, uno de los músicos y poetas más rupturistas de toda la historia. Lou Reed, nacido en New York el 42, fue un tipo que mostró lo más feroz y descarnado de lo suburbano, de lo humano pagano y divino, sus letras hablaban de putas, dealers y bajos fondos, fundador de la Velvet Underground, era considerado como un héroe transgresor para los círculos intelectuales y vanguardistas del arte desde finales de los 60s, todo por ese mítico 1er álbum, "el del plátano en la portada", obra de Andy Warhol, que los había apadrinado en ese New York candente, excitante y visceral del 65-66, ese disco que hoy es un disco de culto, que es considerado precursor del punk, el indie, la New Wave y el grunge no tuvo éxito comercial, pero provocó que Reed se transformara en el héroe de algunos célebres rupturistas que si tenían un poco más éxito comercial que él, sobretodo al otro lado del charco. Uno de esos tipos era David Bowie. Hoy hablaremos de su obra maestra o al menos la que más éxito comercial le trajo,
"Transformer" de 1972, su "álbum glam". Grabado y editado durante el cenit del glam británico en 1972 en algunas de las más narcóticas y festivas sesiones de grabación de la historia, fue producido por el Bowie de la época de Ziggy Stardust y tiene de banda de soporte en buena parte del disco a los mismísimos "Spiders from mars" la banda que en ese momento acompañaba a Ziggy. Lou Reed en una entrevista en los 90s dijo no acordarse de casi nada de la grabación de este discazo que carga con ese "aire" de protopunk, despilfarro y cocaina muy típico de la vida de Rock and roll Star de los 70s, con letras que hablan sobre dealers,
bajos fondos, travestis, rollos existenciales y submundo. Hay temas muy "Rompamos todo, no nos importa nada, aguante el rock and roll!" y otros bajones, listos como para apretar el gatillo en la sien, onda: "me voy a matar, mi vida es un completo fracaso", el sarcasmo no falta, hay toques de música de cabaret y el vuelo letristico de una de las plumas más notables de toda la historia musical del siglo XX en uno de sus momentos más lúcidos. El disco contiene 3 de los temas más conocidos de Reed: "Perfect day, "Satellite of love" y la increíble "Walk on the wild side ", con ese solo de saxo al final interpretado por el profe de saxofón que Bowie tuvo en su adolescencia, pero hay mucho más que esas 3 canciones, "Vicious" que abre el disco es rock and roll puro, ""Wagon Wheel" es otra joya, "Goodnight ladies" que cierra el disco es corolario ideal para tanto desenfreno. El éxito comercial fue casi instantáneo, lo elevó a un sitial de leyenda que si bien ya lo tenía, ahora se graficaba en dinero y despilfarro constante y sonante, al menos por una buena epoca. Nunca más Reed tendría tanto éxito comercial como con este álbum, siguió haciendo obras maestras increíbles como "Berlín " de 1973, disco que siguió a Transformer, pero su búsqueda sería mucho más artística y personal, llevándolo muchas veces a ser destruido y vilipendiado por la crítica que siempre esperó un nuevo "Transformer", en el 75 sacó "Metal Machine music" considerado uno de los peores discos de la historia, todavía se dice que quién toma el desafío de escucharlo entero es porque tiene mucho aguante, el que no cualquiera tiene. Lou Reed hoy es lejos uno de los grandes artistas que dió el siglo pasado y lo recordamos hoy porque hace 8 años nos dejaba un legado de proporciones inconmensurables.
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