Ha muerto Pedro Messone, algunos dicen a los 88 otros a los 83, lo cierto que se ha apagado una de las voces más emblemáticas de la historia de Chile, pero también de uno de los rostros más reconocibles del Pinochetismo cultural, porque a pesar de que muchos digan que no hubo un Pinochetismo cultural, si hubo uno representado por Los Quincheros, "El chino" Urquidi, Paz Undurraga, Willy Bascuñan y Pedro Messone, Patricia Maldonado, entre varios más que durante buena parte de los 70s y 80s ocuparon los medios de comunicación, las radios y canales de TV para aparecer frecuentemente en desmedro de los que tuvieron que partir al exilio, andaban a contrapelo del régimen o simplemente como en el caso de Victor fueron eliminados.Pero la historia parte antes porque hubo una época anterior a la UP en donde se fraguó uno de los movimientos musicales más auténticos de la historia de Chile y en donde si no eran todos amigos al menos todos remaban en pos de acercar el folcklore a las nuevas generaciones en una época en que la beatlemanía y la nueva ola con clara inclinación foránea dominaba la escena.El Neo-folcklore fue la estilización del Folcklore chileno para convertirlo en un producto de masas y sacarlo del encasillamiento que lo tenía sumido en solo cuecas y tonadas cuando en Brasil el Bossa y en Argentina la nueva forma de ver el tango en tipos como Piazolla hacían algo similar. A veces se le tildó de moda, pero surgió como una ruptura y un nuevo aire de la canción chilena tradicional, sobretodo de la canción campesina clásica.
Fue un movimiento musical de corta existencia, pero muy influyente, que dejó nombres imperecederos de nuestra música y que fue el antecedente de la canción latinoamericanista -social y combativa que vino hacia finales de la década. Incorporó instrumentos que hasta ese momento no estaban considerados como el charango, el bombo o el contrabajo y ritmos como el Huayno, La Sirilla o la Refalosa, en definitiva fue una re-lectura de la canción de raíz folclórica campesina según claves armónico-vocales distintas y con gran estilización de los arreglos, a contraposición de la interpretación de canciones en su estado puro como había sido la raiz folclórica hasta ese momento. El fin era facilitar la difusión radial, ampliando la temática de las líricas hasta ese momento la mayor parte del tiempo costumbristas y alcanzando su apogeo de popularidad en 1965-1966 cuando en el ranking de la revista "Ritmo" podíamos ver a "Arriba en la cordillera" de Pato Manns compitiendo con "Nowhere man" de Los Beatles. Ricardo García, famoso discjockey de la época, quien fue el 1er animador del Festival de Viña y futuro creador del sello Alerce fue uno de sus principales promotores. noEntre los mayores referentes encontramos a Violeta Parra, Victor Jara, Los Cuatro Cuartos, Las Cuatro Brujas y Patricio Manns, Rolando Alarcón, Hector Pavez, Quilapayun, entre otros. El movimiento murió junto con la caída de la UP en 1973, cuando ya había tomado rumbos más combativos, nuevas estilizaciones y se hablaba de "Nueva canción Chilena", pues el término Neo-Folcklore empezó a encontrársele absurdo y rebuscado, si bien el movimiento siguió apareciendo y encontrando difusión se dió solo con los representantes afines a la junta o quienes no se metían en camisas de once varas y dejando de lado cualquier atisbo a música de protesta.
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