La salsa tiene como uno de sus grandes referentes al mítico Héctor Lavoe, quien llegó al planeta un 30 de septiembre de 1946 en el municipio de Ponce, Puerto Rico.
Desde niño enfrentó situaciones trágicas que acabaron reflejándose en su obra.
Nació en el seno de una familia humilde, sufrió la muerte de su madre cuando él tenía 7 años.
Buscó condolencia en la música; influenciado por su padre, quien era parte de grupos locales, se dió cuenta que lo suyo era cantar.
Tras cantar en diversos bares de la isla, Héctor decidió que tenía que probar suerte en Estados Unidos. A los 16 años se radica junto a su hermana en Nueva York. Eran los años 60s.
Para el tiempo en que Lavoe desembarcó a La Gran Manzana, las orquestas de Tito Puente, Tito Rodríguez, Willie Rosario y Machito eran los platos fuertes en los clubes de música latina.
Después de trabajar de conserje, pintor y en diversos trabajos en 1966 se unió a Willie Colón y formó uno de los dúos más grandes en la historia de la música latina; de esta hermandad musical surgieron discos como La gran fuga, Lo mato, El Juicio y los dos volúmenes de Asalto navideño. La carrera de Héctor Lavoe iba en tierra derecha y en franco ascenso.
En 1975, se tiró a solista y comienza su etapa dorada, un año antes es parte de la actuación de la FaniaAllStar con Celia Cruz en la previa de la pelea de Alí con Foreman en Zaire, previa en dónde además se presentó James Brown, B B King, entre otros artistas afro descendientes, el concepto detrás era el regreso de los afroamericanos a África, en Zaire gobernaba el dictador Mobuto SeseSeko, pero esa es otra historia.
Son las épocas de hits como "El cantante", " Periódico de ayer", "Juanito Alimaña", entre otros. Lo llaman "El cantante de los cantantes", "El hombre que respira debajo del agua" o "El rey de la puntualidad", es la época en que se escuchaba muy poca salsa en Chile, que también vivía su dictadura.
En 1987 comienzan las tragedias. Primero, el incendio en su departamento que lo obliga a saltar por la ventana y sufrir varias lesiones. Pero lo terminó por noquearlo fue la muerte de su hijo, Héctor Pérez Jr., cuando por error uno de sus amigos accionó un revólver.
Pero los dramas no acabaron, pronto descubrió que tenía VIH debido al uso de jeringas compartidas para inyectarse heroina. Devastado y con varios contratos por cumplir, el cantante ofreció sus últimos conciertos sentado y con problemas para hablar, después de intentar suicidarse y de sufrir un derrame cerebral en 1991.
Finalmente el drama de la vida de Lavoe se acaba, es el 29 de junio de 1993, y la causa son las complicaciones provocadas por el sida, Lavoe, con 46 años, se apagó. Pero surgió su leyenda, que lo tiene como una voz esencial para las celebraciones de toda Latinoamérica. Al igual que Gardel pareciera que cada día canta mejor. Hay una película sobre su vida en que Marc Anthony lo personifica. Es una de las figuras legendarias de la música popular latina, fue muy importante para la masificación del género en Latinoamérica y especialmente en Estados Unidos.
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