Poeta, cronista y artista visual, Carmen Berenguer dio a conocer su trabajo creativo en los años ochenta. Su propuesta conjuga opinión política, crítica cultural y reflexión sobre el lenguaje, cuyas texturas orales y escritas la autora explora a la luz de una estética altamente provocadora. Su proyecto poético manifiesta un compromiso social profundo, que la lleva a desarrollar temas como la ciudad y sus problemáticas, con especial énfasis en aquellas vinculadas a la política y el mercado, al género femenino y a los signos que establecen nexos entre el cuerpo y la lengua. Todo esto, sumado a una osada apuesta por la mezcla de géneros literarios, conforma los ejes de una obra sugerente, de gran espesor simbólico y cultural. La poeta publicó su primer libro, Bobby Sands desfallece en el muro, en plena dictadura militar, período en que la poesía femenina en Chile adquirió prominencia en cuanto voz de denuncia y resistencia a la represión. En este contexto, la crítica Eugenia Brito sitúa a Berenguer en la postvanguardia de la escena de avanzada, junto a escritores como Diamela Elit, Raúl Zurita y Diego Maquieira. Con ellos comparte la construcción de un proyecto literario concebido desde una representación del margen, que permite disponer de "un escenario más libre que en el de la ciudad tomada" de esos años. El año 1986 Berenguer publicó uno de los libros fundamentales de su obra y de la época, Huellas de siglo, seguido de A media asta. Más tarde, su libro Sayal de pieles, uno de los más crípticos de su producción, vino a profundizar las posibilidades de articulación del cuerpo y la escritura. En 1997 obtuvo la prestigiosa Beca Guggenheim en la línea de escritores, en virtud de la cual desarrolló su proyecto Naciste pintada, uno de sus libros con mayor repercusión académica. Con la democracia aún en proceso, Berenguer no dejó de observar de forma crítica su entorno y de verter su opinión en escritos más urgentes, como las crónicas que publicó en el diario virtual Primera línea. La autora ha conjugado permanentemente su producción literaria con la edición de publicaciones periódicas -como Hoja x Ojo y Al Margen, este último sobre poesía, teoría, crítica y artes visuales- y con la participación en importantes encuentros literarios, como lo fue el Congreso Internacional de Literatura Femenina Latinoamericana celebrado en 1987 (del cual fue organizadora), o la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en 2012. Asimismo, en su veta de artista visual ha buscado provocar y dar expresión a su visión crítica de la política y la cultura. Berenguer ha desarrollado montajes teatrales junto a su hija Carolina Jerez y performances con Juan Dávila y las Yeguas del Apocalipsis. En 1989 participó junto con este último grupo y Nadia Prado en la performance "Refundación de la Universidad de Chile", mientras la casa de estudios se encontraba tomada por militares. Algunos de los registros audiovisuales de sus trabajos son la performance "Mi lucha", la obra de teatro "Putas o empleadas" y el montaje multimedia "Delito y traición", que recorre la historia de las reivindicaciones femeninas en Chile. En 2006 publicó el poemario Mama Marx, que vuelve sobre los derroteros de la urbe, y dos años después La casa de la poesía. Ese mismo año 2008 recibió el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, distinción que por primera vez recayó en un escritor chileno. Su poesía ha sido objeto de varias recopilaciones y antologías, así como de estudios críticos y diálogos creativos, como los que poetas de generaciones posteriores, tales como Héctor Hernández, Paula Ilabaca y Gladys González, entablan con su estética.
El martes 30 de mayo del 2017, se hizo entrega del Premio a la Trayectoria Poética Festival de Poesía La Chascona a la poeta y artista Carmen Berenguer (Santiago 1946). Este merecido homenaje viene a dar cierre a todo un mes de poesía, donde se premiaron a importantes poetas chilenos, con más de 300 poetas jóvenes invitados, nacionales y extranjeros, música y danza. En el acto, se presentaron primero poetas, para luego dar paso a la presentación de Carmen Berenguer, que estuvo a cargo de los poetas Héctor Hernández y Serafín Alfsen. El Premio a la Trayectoria fue entregado por el director ejecutivo de la Fundación Pablo Neruda, el escritor Fernando Sáez.
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