Víctor Hugo Díaz
- entre parentesis
- 8 sept 2021
- 2 Min. de lectura
nació en Santiago de Chile en 1965. Ha publicado “La comarca de senos caídos” en 1987, “Doble vida” en 1989, “Lugares de uso” en 2000, “No tocar” en 2003, “falta” en 2007, “Antología de baja pureza (1987-2013)”, México, 2013, “Hechiza, poemas anticipados”, México, 2015, en “Antología de la Poesía Chilena del Siglo XX” Ediciones Vitruvio, España, 2016 y “Lo puro puesto” en 2018. En 1988 obtuvo la primera Beca de Creación Taller Pablo Neruda. El año 2004 ganó el Premio Pablo Neruda en su Centenario, por trayectoria y obra, otorgado por la Fundación del mismo nombre. Sus poemas han sido publicados en diversas revistas y antologías, además cuenta con numerosos trabajos críticos acerca de su obra.

La invención de los amigos
Los extraños que conocemos
son cada vez más jóvenes
Es igual para todos, una calle lateral
batiendo los brazos a distintas velocidades
pero siempre cuesta abajo
Afluentes de una misma inundación.
El mendigo se sienta al lado y hace picar el cuerpo
Interrumpe el viaje con sólo tocar sus cabellos
La ciudad se muestra teñida al forastero
pero oculta su negra vellosidad
Siempre es mejor una vida larga llena de suturas
de espacios en blanco –cuando todo lo hecho es un error
pero un error bien hecho–
Porque nunca dejas esa casa... la casa te deja.
Durante la noche ensancharon la calle
En el paradero reseco bajo el sol
la sombra del camión se detiene, se orina
y deja su huella
Las antenas de televisión son una especie
casi extinta sobre los techos
Escucha el esfínter dentado de su boca, escúchalo
una fiesta sin música y mucho ritmo.
Al otro lado de la puerta una procesión de evangélicos
corta la luz de la tarde; hace rato que partieron
Un fuerte viento baja seco y desconocido
resistiendo a cuantos caminan
Nadie sabe cuándo vendrá la próxima ráfaga
Igual al condenado protegido y cómodo
conectado a una maquinaria que no maneja
ignorante del momento de su ejecución.
Se sienta al lado y hace picar el cuerpo
El tañir de la botella desechable en la pisadera nos distrae
A su edad sólo pensaba en cama y sábanas limpias:
cosas que suceden en el momento justo.
Se movía en la cabeza como un balazo
siguiendo el rastro de la noche anterior
la ruta de desperdicios sobre la alfombra.
de Lugares de uso, 2000

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