Óscar Castro Zúñiga, poeta, cuentista y novelista chileno, una de las figuras más importantes de la literatura nacional cuya obra literaria abarcó tanto el género lírico —con un lenguaje transparente, humano y melancólico, con una métrica perfecta— como el género narrativo, muy cercana al criollismo. Nació en Rancagua, el 25 de marzo de 1910, falleciendo en Santiago, el 1 de noviembre de 1947. Conoce a la actriz y escritora Ernestina Zúñiga, más conocida por su seudónimo de Isolda Pradel, con quien se casaría posteriormente.
Sus inicios como poeta y escritor En 1926 escribió sus primeros poemas que fueron publicados en la revista Don Fausto, bajo el seudónimo de "Raúl Gris". En 1929 apareció publicado con su verdadero nombre su primer poema: “Poema a su ausencia”. En 1934, el 25 de octubre, y tras la disolución del Círculo de Periodistas de Rancagua, junto a ocho escritores y periodistas de la región, incluyendo a Nicomedes Guzmán y Agustín Zumaeta Basalto, forman el grupo literario «Los Inútiles». En 1935 ingresó como redactor al diario La Tribuna. Su carrera literaria logra alcance nacional en 1936, cuando escribe “Responso a Federico García Lorca” en homenaje al autor español asesinado al inicio de la guerra civil de España. En 1937 la Editorial Nascimento publicó su primer libro de poemas, “Camino en el alba”. En 1939 obtuvo varios premios por una serie de cuentos campesinos publicados en Argentina; y Editorial Zig-Zag publica su primer libro de cuentos: “Huellas en la Tierra”.
En 1941, por un decreto del Ministerio de Educación fue nombrado bibliotecario del Liceo de Hombres de Rancagua, institución que fuera rebautizada, en 1971, como Liceo Óscar Castro Zúñiga. En ese plantel educacional también trabajó como periodista y profesor de castellano. Ese mismo año creó el Liceo Nocturno de Rancagua junto con otros profesores. En 1942, es incluido junto con Nicanor Parra y Victoriano Vicario en la antología Tres poetas chilenos editado por Tomás Lago.
En 1945 fallece su hija Leticia. Ese mismo año se le diagnosticó tuberculosis pulmonar. En 1946 aceptó un puesto en el Liceo Juan Antonio Ríos, de Santiago, donde inició sus labores el 8 de marzo de 1947 y viajó continuamente a Rancagua. No obstante, y pese al apoyo de sus colegas escritores, su salud se resintió en forma grave e ingresó al Hospital del Salvador el 12 de septiembre, falleciendo en Santiago el 1º de noviembre de 1947. Estilo A fines de la década de 1930, Castro forma parte de la llamada «poesía de la claridad», tendencia literaria inspirada, en parte, en la obra del recientemente fallecido Federico García Lorca, y creada como respuesta al hermetismo y subjetivismo del vanguardismo. La obra literaria de Castro se puede mostrar como dos segmentos muy particulares y, a primera vista, diferentes estilísticamente: Su poesía con un lenguaje de matices melancólicos, leves, transparentes, diáfanos, y vibrantemente lírico en sus metáforas, de una métrica impecable, de una armonía delicada y de gran maestría en la composición de romances, se aprecia claramente en libros como “Viaje del alba a la noche” de 1938, avalado por un prólogo de Augusto D'Halmar; “Las alas del fénix”, 1943; o el póstumo “Glosario gongorino” publicado en 1948.
Por otra parte, su narrativa, que en los cuentos de “Huellas en la tierra”, 1940; o “La sombra de las cumbres” de 1947, se muestra muy realista, cercana al criollismo, a lo que se sumaría un realismo crudo y visceral en novelas como “Llampo de sangre”, novela o agrupación de cuentos con un hilo conductor, aparece como una propuesta cruda y muy real, que en las siguientes décadas serviría de referente e inspiraría el trabajo y obra de escritores nacionales de finales del siglo XX y principios del siglo XXI. La obra de Castro Zúñiga influye en Pedro Lemebel, Hernán Rivera Letelier, Juan Radrigán y otros. Su novela autobiográfica “Comarca del jazmín”, publicada en 1945, retrata su niñez y entrega una vívida visión de su Rancagua natal, y de su tiempo.
La lírica en la literatura hace que el estilo de Óscar Castro sea de una originalidad muy poco común en la literatura chilena del siglo XX, que va desde una forma propia de ver la vida, inspirada en Federico García Lorca y el cancionero tradicional, incorporando así lenguajes muy propios de la sociedad en que ha vivido, y muy en particular del campo y la provinciana zona central de Chile. En ella se refleja una denuncia contra las profundas desigualdades y duros contrastes de la sociedad chilena de la época, así como una lírica de tono mayor, más profunda, muy emparentada con la obra de Whitman y Luis de Góngora.
Pese a estos contrastes y a la evolución de su literatura, en toda su obra se mantiene, reconoce y evoluciona una voz personal y única, bajo su inconfundible sello: "claridad, transparencia, humanismo, amor y erotismo, justicia social y un prolijo y cuidado manejo del lenguaje, de la palabra precisa, del adjetivo justo". Obras Poesía 1937: Camino en el alba 1938: Viaje del alba a la noche 1944: Reconquista del hombre 1948: Glosario gongorino (póstumo) 1950: Rocío en el trébol Cuentos y novelas 1940: Huellas en la tierra 1950: Llampo de sangre 1945: Comarca del jazmín 1951: La vida simplemente 1965: Lina y su sombra (póstumo) 1967: El valle de la montaña (póstumo).
Frans Gris Febrero de 2020