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Verónica Zapata Bendel

TEATRO CALLEJERO: CHARLES CHAPLIN CHILENO ENCANTA A LA GENTE CON SU TALENTO Y SENTIDO DEL HUMOR


Hace ya algunos años, el artista Roberto Ibarra Ahumada viene presentándose en diversos espacios con su personaje Charles Chaplin. Hoy forma parte de los talentosos artistas escénicos del metro, y que a través de la siguiente entrevista se podrá indagar en las motivaciones de su creación:

¿Cuál es tu nombre? ¿Qué edad tienes / Nacionalidad / lugar de residencia / formación?


Me llamo Roberto Ibarra Ahumada. Tengo 44 años. Soy chileno. Vivo en Lampa - Valle Grande y mi formación principal ha sido con Mimos Chile y Leopoldo Martínez


¿Hace cuánto desarrollas artes escénicas al interior de los vagones?


En los vagones hace poco. Septiembre del año pasado, pero si lo había hecho en el año 2008, pero mimo de pito, no de Charles Chaplin. Siempre mi estilo fue clásico más que el pito. He querido ser payaso también, pero no sé por dónde empezar, no tengo la técnica para ello. En el 2005 estudié mimo, pero siempre lo tuve para hacer obras no más. Nunca me imaginé en la calle, nunca mirándolo de menos, pero yo quería hacer obra pero después de trabajar en un restaurant me lancé en el metro, como oportunidad de lanzarme a lo que soy. Mi papá siempre fue cuadrado de buscar trabajo estable, pero un día me metí a trabajar de Tobalaba a Los Dominicos, donde me iba bien. Un día me encontré con los guardias y me echaron, se me tiraron y me empezaron a tomar, yo empecé como mimo a defenderme con el pito, y la gente apoyó, aunque no pudo hacer nada. Me pegaron y amenazaron con “sacar a todos los artistas”. Por eso no quise volver al metro. Me estaba secando de garzón y un día veo a unos chicos haciendo malabares en un semáforo, y me entusiasmé con hacer una rutina de mimo con la técnica del punto fijo con la maleta, más la del globo. Quien enseña harto con el globo es un brasileño, Leon Louis. Después me empecé a sentir vacío en la pantomima, porque a todos le gustaba el pito, y volví donde el Leopoldo. Me recomendó ver referentes de Charles Chaplin, y quien hace de Chaplin, Robert Downey JR, y ver toda la historia de Chaplin.


Chaplin mientras actuaba dirigía, con tomas numerosas. De tanto repetir una escena cuando tenían que comer, actores llegaron estar hasta con el estómago malo. Era pura pega.


Con respecto a las intervenciones soy suave, dialogo con el público. Muchos dicen que su show es original, y “me copiaron”, pero todos imitan a la gente. El humor desde imitar a la gente, y va cada uno en tu imaginación.


¿Por qué llegaste al metro o a la calle de Santiago?


Antes me tocó trabajar para allá para arriba, y ahí conocen a Charles Chaplin, a diferencia de otras partes que me comparan con payaso. Esta sociedad es clasista. Tengo la idea de hacer pantomima ligado a la discapacidad. Desde una silla de rueda que vaya teniendo movilidad. Referenciado con mi hijo, pero todavía lo estoy masticando. En el metro me defiendo con el baile, pero me falta cantar. Estuve en el Jappening con ja y Pedrero me decía que el actor perfecto es el que actúa, que canta y que baila.


La maleta, me la regaló el público, y me encantaría que digan que Roberto es el mejor Chaplin, que cueste despegarse de mi imagen. Desde los 10 años he empezado a hacer a Charles Chaplin. La parte de las piernas, las caídas de trasero.


Yo le debo a Leopoldo Martínez la técnica del mimo. Yo era actor de Entepola antes. La actuación en el teatro es complicada en Chile, siempre están los mismos, y de ahí sacarlos es re difícil. Yo podría haber estudiado teatro, pero no estudié por eso, porque hubiera llegado hasta acá mismo. En ese tiempo yo consideraba que el mejor puesto para el actor es la tele, porque en el teatro se salvan, pero el de la tele pagan bien. En la tele se pierden los actores porque ya no ocupan la voz, no tienen tanta memoria. En el teatro si te equivocas improvisas. Es difícil el teatro, pero en la tele hay que volver.


Llegué al metro de Santiago porque la calle estaba mala, cuando iba para Lo Barnechea, y vi al Electro, que baila break dance, y todos los veían, y le pasé $1000 y le pregunté ¿Cómo es el metro? Pensé en qué hacer en el metro, y se me ocurrió hacer lo mismo que hago en el semáforo, acortar. En la línea 4 me lancé con el pito, pero no hablaba.


¿Haces artes escénicas en otras partes actualmente?


Ahora, no, pero tengo el proyecto por el lado de la discapacidad. Una persona que quiere que le enseñe, y que quiere salir. Hacer mimo en la calle.


¿Cómo es la conexión con el público?


Buena, excelente. Lo que le digo a los demás. Más que la plata, es la conexión y el cariño de la gente. Que la gente te diga me encanta tu shows, o cuando te aplauden espontáneamente, que la gente se ría, que te abrace, es impagable.


Para mí, la mejor evaluación es la gente en la calle, hasta incluso quien anda con un copete en Cal y Canto que me digan “buena Chaplin”, o que la señora que anda pidiendo con una guagua al lado, cambiarle la cara es impagable. O puede ser que hasta alguien se quería matar, y cambiarle la cara es impagable.


¿Qué referentes tienes para tu trabajo de artes escénicas?


Japenning con ja, fui una audición a Pedrero. 1000 actores hombres y 1000 actores mujeres. Yo nervioso con la maleta, pensé que hago aquí. Todos cantando “ríe porque…”. Ocupé lo más fácil de los actores, abuelo, gay, el curao. En mis tiempos decían que eran los personajes más fáciles de hacer. Curao alguna vez te curaste, el abuelito las posturas, la voz. Y de gay es fácil porque todos tenemos nuestra parte femenina. Monté rutinas. Me preguntaron si cantaba y dije que no. El chino Pedrero me pidió una pirueta, hice la rueda, me paro de cabeza, y la hago, y estaban todos cagaos de la risa, y pensaba “que tiene de chistoso pararse al medio de cabeza” y se acordaron del cacho escalona. También Decraux como referente.


¿Qué mensajes buscas dejar con tu trabajo?


Quiero muchas cosas. Lo que una vez le dije a un barbero que me vio en el metro, lo que yo quiero conseguir es que la gente que sea feliz, ya que la mía no es tan feliz. No lo hablo con la gente. Me cuesta hablar de mi hijo, es como mi criptonita. Me mata.

El ver a la gente feliz, ya que alguien se ría y que sea feliz sin saber quien lo está siendo feliz. Yo soy Roberto, llego a mi casa, a mi hijo tengo que darle la leche por gastro, hacerle curaciones, tengo que atender a mi hijo. De repente hay que levantarse dos de la mañana porque soltó un pollo y hay que desconectarlo, prender la máquina de aspiración , meterle una manguera para sacarle los pollitos, hacerle kine, que remedio para la fiebre, pasai a ser como doctor, kinesiólogo, todo, y esa persona te está haciendo reír po. Si supieran en el metro, quien lo está haciendo reír. Hay algunos que de repente dicen “compadre me echaron de la pega, o de repente “mataría por un cigarro” o “me dio depresión porque me dejó mi pololo”. Mi realidad es algo más fuerte. Si me dicen “estoy con depre porque me peleé con mi mamá “, yo les digo reconcíliate con tu mamá, busca la forma. O “me da depre mi pega” salete de ahí y búscate otra cosa, o hazte tu emprendimiento. Nos obligan a tener un patrón. Te descuentan por llevar a tu hijo al médico, o te pagan la mitad de la licencia, o tu quisiste que te cogotearan, etc.


¿Consideras que las artes escénicas que se desarrollan en espacios públicos como el metro, contribuyen al desarrollo de las artes escénicas en Chile?

Si, sobretodo el arte callejero, debería ser bien considerado como arte porque es el arte más difícil. Para poner un caso, si tú haces una obra de teatro o un evento, la productora te tendrá con pega, en cambio el arte callejero te las rascas solo. El artista callejero es todo. Yo tengo mi vestuario, yo me maquillo. Hay espacio en que casi te visten, pero en el arte callejero tú haces toda tu producción.


Verónica Cristina Zapata Bendel, es Docente en Artes Escénicas

en Enseñanza Media, titulada en la Pontificia Universidad Católica de Chile y Licenciada en Artes con Mención en Actuación Teatral en la Universidad de Chile. Realizó diplomado de extensión didáctica de las artes escénicas en

Universidad de Chile. También ha realizado cursos de perfeccionamiento frente a cámara con Luis Dubó, taller de teatro brechtiano y político por Patricia Artés y Cristián Lagreze y se ha diplomado en Cuerpo Dramático con Ricardo Gaete en Escena Física. Por otra parte, ha realizado talleres de dramaturgia con Marcelo Leonart y Ernesto Anaya Ottone. Por último , se ha formado en el taller de investigación de artes vivas, con Roberto Sánchez Piérola. Desde la educación teatral, se ha enfocado en aportar en el bienestar socioemocional y pensamiento crítico de las y los estudiantes durante 10 años de docencia en liceos públicos y subvencionados. Ha participado en diversos proyectos teatrales de los cuales gran parte se enfocan en abordar problemáticas sociales y políticas. Además, prepara cuatro textos de dramaturgia , que viene trabajando hace algún tiempo, y donde ya ha publicado monólogos breves.

 
 
 

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