Ajenjo es una planta medicinal que nos relaja y ayuda a nuestro sistema digestivo. Es también el título que Marcelo Sepúlveda Ríos puso al poemario que hoy leemos y comentamos. Marcelo Sepúlveda es un poeta innato, en su cuerpo vibra la poesía y la música. También trabajó con gran éxito como gestor cultural.
Su poesía nos habla de lo cotidiano, del amor, de los desencuentros y del eterno llamado a la mujer amada, en el sentido que sin ella el aire enrarecido lo ahoga. Es agradable leer a un poeta que nos habla del amor sin inhibiciones, abierto a los lectores
Este poemario fue publicado por Ediciones Letra Clara, esta es su segunda edición mayo 2022.
Paseo de domingo tibio
Con un rasguño una leve cicatriz
que no daña la nube de mis latidos
en el tacto de la ida juventud
que viaje en el ojo de las aguas
que sonrío en la simetría
Algunos versos copiados al azar. En ellos vibra la vida, la naturaleza, las relaciones del hombre y la mujer.
Eterno
Imagino que das vueltas por el jardín
y bajas como avalancha de ropa limpia
mis sentidos te acogen juegas tras la ventana
te encaramas en mí
el recuerdo me entristece
tú y yo frente al espejo
reflejados en una última mezcla
de vida que amo y vida que dejo.
La particularidad del vate son sus poemas breves. Escritura ausente de todo signo de puntuación, como si en un loco afán por alcanzar a la amada el jadeo incesante solo le permitiera avanzar de ese modo. Y es así como leemos su poesía, casi sin respirar.
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