Este es un libro intenso. Su autora nos sumerge en las vivencias de una familia desde sus tatarabuelos hasta la actualidad. Por lo tanto, surgen una serie de personajes a través de décadas, cada uno con su propia parentela, en diferentes épocas y lugares. Además, están adheridos a la historia del país en que viven en ese momento, con su política y los problemas de desastres y revoluciones, que los obligan a participar en los conflictos. Una narración familiar que comienza en Portugal. Luego, da un salto hasta Brasil, persiguiendo a uno de los personajes que es Cónsul.
En algún momento histórico esa rama familiar vive en Argentina, para luego radicarse en Chile, el personaje forma una familia, dejando atrás la propia en Lisboa.
Según la autora, Maritza Barreto, los seres humanos somos productos de los genes de nuestros antepasados, arrastramos la historia personal de bisabuelos y abuelos, incorporándola a la nuestra.
No es una narrativa de fácil lectura, pese a su lenguaje cotidiano y ameno. Es el sin número de personajes que a veces nos hacen retroceder páginas para entender hijo o nieto de quién es el que está hablando. Aún así, engancha al lector, Por lo general la historia novelada gusta.
Eso hasta la mitad del libro. En la segunda parte nos habla directamente “Alicia” que acude constantemente, desde muy joven, a la consulta de un psiquiatra. Ella no entiende el comportamiento de su madre, el por qué la hizo y hace sentirse no amada, sus bromas crueles, el sarcasmo, la indiferencia. Sin embargo, Alicia adora a su madre y se lo hace sentir constantemente, pese a la frialdad con que es recibido su cariño.
Quien sabe, si la razón de ese comportamiento nace en que la madre a los seis años fue internada en un estricto colegio de monjas. El padre, viudo, la visitaba una vez al mes, cuando pagaba sus estudios. Allí no supo de amor, de empatía, solo de castigos y exigencias.
Sabido es que a amar se enseña en nuestros primeros años de vida.
Maritza Barreto es una escritora de carrera, maneja muy bien los diálogos, las descripciones del entorno, la reconstrucción de épocas. Se nota la profunda investigación histórica de Portugal y Chile. Muy bien dibujado los personajes, sus características físicas y emocionales. Los hace creíbles. Comienza el libro con la protagonista presentándose frente a nosotros, nos aclara que tomó prestado el personaje de “Alicia, en el País de las Maravillas” para contar su propia historia. Desde luego, un buen enganche.
Maritza Barreto nació en Viña del Mar y adquirió la nacionalidad portuguesa. Su formación académica la adquirió en la Facultad de Psicología de la Universidad de la República en Montevideo, Uruguay. Escribe poemas, cuentos breves de contenido psicológico, ensayos y novelas, publicados en Chile y en el extranjero. Es socia del PEN Club, Chile.
“Alicia en el diván” es un libro digno de leerse. Cumple con las tres “E” que le exijo a la narrativa: entretiene, enseña, emociona.
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