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ANTOLOGÍA N° 3 “LA OTRA COSTILLA”

Para referirme a esta antología no puedo olvidar de mencionar a Mónica Montero Fernández, poeta y gestora cultural de San Bernardo. Nos conocimos hace muchos años, en la Feria del Libro que se hacía en Estación Mapocho. Yo estaba en el stand de la Sociedad de Escritores intentando vender mi primer libro y ella se acercó a conversar y darse a conocer. Allí supe que era poeta y publicaba una revista, “La Otra Costilla”, para que escritores desconocidos y emergentes tuviesen un lugar donde publicar sus textos. Me invitó a participar; de ese modo fuimos conociéndonos y leyéndonos mutuamente. Con el pasar de los años nos invitó a ser parte de una antología, con el mismo nombre de la revista. Década más tarde, organizó la editorial “La Otra Costilla”, publicando a narradores y poetas emergentes y algunos ya de renombre en el circuito literario. En este último tiempo abrió la librería La Otra Costilla, en San Bernardo, donde sus asiduos vemos con orgullo nuestros libros expuestos en las estanterías. Y, para terminar su quehacer cultural, este local lo está transformando en un “Café Literario”, donde escritores y lectores podremos compartir lecturas y una amena conversación junto a un cafecito.

Extraordinario el intenso trabajo de Mónica Montero. Su amor al arte y la literatura es incansable. Por eso, es mi deber comentar esta tercera antología, donde poetas y narradores damos a conocer nuestros últimos trabajos.

Diversos son los temas, como diversos los estilos. Descubrimos excelencia de narrativa y poesía. Se nota cómo el grupo de escritores fieles a La Otra Costilla ha crecido en el tiempo. Hoy somos treinta y cinco los colaboradores en este número.

El libro presenta una maravillosa y muy significativa portada. Nada menos que la figura de una mujer de pie, blandiendo la mano en alto, que posa sobre el pedestal donde hasta. unos meses, se erguía el General Baquedano y su corcel negro, tantas veces pintarrajeado durante las protestas, hasta que fue sacado de allí y llevado a otro lugar. Como dije, esa mujer en lo alto, nos regala una imagen impactante, acorde a nuestros tiempos. Esta figura es el logo y la distinción de La Otra Costilla desde sus comienzos. Solo que ahora luce en el pedestal. La idea es de Mónica Montero, el diseño y la ejecución de la obra de la artista Camila Leyton.

El prólogo, escrito por Mónica Montero, comienza con una frase que encierra todo lo vivido desde el estallido hasta hoy: “Cuando Chile despertó se encontró de frente a una pandemia”.

Es difícil, y tal vez una locura, nombrar a los treinta y cinco participantes y referirme a su texto. De lo que puedo dar fe es que son todos eficientes en lo suyo, destacando en cada uno de ellos la sonoridad de la palabra, aquella que nace en el momento mágico de la inspiración. Es un libro parejo en su excelencia.

Disfruté la lectura de esta antología, me encontré con muchos a los que había dejado de ver y escuchar desde cuando nos reuníamos en encuentros literarios presenciales y compartíamos un vaso de vino acompañado de tapaditos de carne, pollo, jamón y palta. Hermosa época.

Pero, tal como se dice en el prólogo, nada detuvo el quehacer literario, los encuentros fueron virtuales y el escritor continuó, en el silencio y la soledad de su habitación, trabajando con la palabra, incluso publicándose libros.

Suceda lo que suceda, la literatura sigue viva, en ella está la vida y mientras esta exista la poesía y la narrativa estarán presente para hacernos vivir las emociones propias del ser humano.

La antología N° 3, de 364 páginas, es fiel reflejo de la necesidad de comunicarnos y mantener la cultura vigente y activa.



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