Esta vez debo hablar del libro-poemario “Anuncio”, del escritor Rodrigo Verdugo Pizarro. He de confesar que me fue difícil leerlo y entender la poesía del vate. Por eso, antes de escribir mi comentario, investigué sobre el surrealismo en la literatura, el hermetismo y qué significó la poesía rupturista en nuestro país. Porque entre esos términos literarios (segunda vanguardia chilena) oscila el trabajo de Rodrigo Verdugo.
Cabe destacar que la imagen de la portada es novedosa, moderna, atrae el deseo de ojear el libro, entender qué esconden esos versos.
Llama también la atención (gratamente) que el propio autor regale su autógrafo a los lectores: “Para los lectores de “Anuncio” un saludo fraterno de Rodrigo Verdugo Pizarro (y firma) Ñuñoa 13 agosto 2020” (textual)
Son 20 poemas largos titulados “Primer Anuncio”, “Segundo Anuncio”, “Tercer Anuncio” y así hasta llegar al “Veinteavo Anuncio”.
Copio el comienzo del Tercer Anuncio:
Suda tinta la penumbra
Dormimos en la habitación
No cesan las embestidas del vaho contra la ventana
Yo duermo abrazado junto a ti,
Sabiendo que los muertos tienen días sobrantes.
El inicio del Cuarto Anuncio:
Todo lo que llega a tocar cielo
Se convierte en esa simultaneidad que curva las almas
Los otros solo llevan la pudredumbre de las olas,
La angustia de los objetos.
Veo los lugares desde lejos y no los quiero habitar
La desposesión es la misma ya sea en el fuego o en el agua
O plantada al lado del desvarío de los jardines.
Veo las puertas desde lejos y no quiero entrar
Las hijas traen copas y clavos
Yo tengo un patrimonio de colchones y caballos atropellados
Venid pastores, jugad con estos bienes.
A través de su poesía, notamos que el vate usa diferentes registros de lenguaje para narrarnos una experiencia. Es una poesía carente de accesorios, cuyos temas son el vacío existencial, la soledad, la incomunicación con los demás. Obliga al lector a sumergirse en un vértigo de imágenes. No obstante, es una poesía poderosa, se siente su fuerza en la piel y en los sentidos.
Poesía rupturista, rompe con los esquemas establecidos, con los parámetros tradicionales que todos conocemos y aceptamos. En cuanto al surrealismo, el poeta manifiesta expresiones subconscientes, como si fuese una escritura automática donde mezcla realidad y ficción. Suprime toda rima y la métrica. Es su libertad de expresión sin otro propósito que el lector colabore en la lectura del poema.
A pesar que como lectora me sentí obligada a ir leyendo lentamente los versos y, al sumergirme en las imágenes, reconocí el hermetismo propio del autor, debo decir que Rodrigo Verdugo Pizarro es un poeta que sobresale de la poesía que comúnmente leemos. Y que ello, no le quita mérito, sino todo lo contrario.
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