Un libro de excelencia, escrito por la poeta y activista cultural, Nedazka Pika, quien desde jovencita se negó a aceptar la invisibilidad de un gran número de mujeres que a lo largo de la historia mundial aportaron en las ciencias, el arte, la filosofía. Pero su sabiduría fue negada al conocimiento del resto de la población. Por eso, ella le dedicó gran parte de su tiempo a la investigación exhaustiva, se nota sudor y lágrimas, noches en vela, conversaciones profundas con sus congéneres escritoras. Nada escapa a su ojo crítico, al abuso que muchas sufrieron por no querer ser una mujer sumisa. Los lectores y lectoras nos emocionamos, muchas veces hasta las lágrimas, sentimos impotencia por esos tiempos en que se decía que las mujeres éramos inferiores y que nuestro lugar estaba en la casa criando hijos.
El gran logro de NedazkaPika es sacarlas a la luz de hoy en día, darlas a conocer, saber de su lucha, de sus trabajos. Reconocerlas.
El libro está dividido en: Primera parte. A las que nos dejaron sus huellas y Mujeres en la historia, en esta sección las conocemos una a una, nos emocionan, nos enrabia la injusticia, nos enorgullecen. Y, una segunda parte: Para las que hoy nos enseñan a volar, donde reconocemos a las actuales mujeres cuya valía y coraje nos empujan a luchar por los derechos de la mujer.
El trabajo investigativo de NedazkaPika es extraordinario, un libro que debe estar en todas las bibliotecas y ser lectura obligada en los colegios, tanto por varones como mujeres, otorgarles el reconocimiento que se merecen.
La autora les rinde un homenaje a través de lo que sabe hacer, les escribe sensibles y emotivos poemas: “Somos iguales, dijo Lilith y fue expulsada del paraíso y condenada a ser demonio” (primer verso de “Somos mejores) “La muerte me susurra palabras al oído, miro sus ojos duros, como pezones de mujer en celo, estamos sin alma, porque dios nos abandonó, soltó a las bestias, y nos fornicaron tantas veces, que ya mi cuerpo escapa (versos de “Torturada”, a Marta Zabaleta) Versos crudos, que duelen, sin embargo, en ellos no hay ficción. La vida duele, porque la hacen los hombres.
No queda más que agradecer a NedazkaPika por este libro, por hacer visibles a tantas mujeres ninguneadas. Por obligarnos a reconocerlas y difundir sus historias.
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