El pequeño libro (solo en su formato porque en su contenido posee una fuerza grandiosa, que estremece, nos duele) es una antología de más de cien cuentos muy breves contra el abuso infantil, es decir cientos de escritoras (y unos pocos escritores) acudieron al llamado de la editora y también escritora Pía Barros. Pía Barros se destaca por ser una mujer con coraje, de voz ronca y poderosa, que se hace escuchar sin titubeos, natural es entonces que haya sido quien convocó, respaldada por el equipo editorial de Ediciones Asterión.
Esta antología nace de la necesidad de hablar por aquellos que no tienen voz, nuestros niños. Y por ello, las narraciones son desgarradoras, emocionan, nos enfurecen, nace en nosotros la impotencia ante la maldad contra seres inofensivos, cuando se les mata la inocencia, el derecho a vivir la infancia en un ambiente de amor y alegría.
Es un libro denuncia ante la indiferencia o silencio de la sociedad.
Como bien dice Pía Barros en el prólogo: “el infinito poder del humano para producir desgracias”. Yo agregaría “para producir sufrimiento y dolor en el más débil”.
“¿Cómo se hacen los bebés?”
“Guardó silencio y se secó las mejillas; bajó su falda y echándose la culpa encima se prometió no volver a preguntar”. Romina Campos.
“Secuelas”
“Tiene once meses. Nació prematuro. Espera solo en su cuna. Tiene una marca en la cabeza y no se ríe. Se apega a los barrotes fríos, ligeramente toca con sus labios las sábanas. No llora. Los niños que están a su lado llegan y se van. Son hermosos, pequeños y saludables. Mientras él cada día espera en su dolorosa transparencia”. Nory Délano.
Como dije más arriba, es un libro cuya lectura desgarra, no grato de leer, más de cien narraciones que nos hablan de la maldad del ser humano, de la indefensión de la infancia: sin embargo, muy necesaria su escritura y nuestra obligación de leerlo.
Por eso, es de agradecer “Basta, más de cien cuentos contra el abuso infantil” para que una sociedad como la nuestra decida darse por enterada.
