La autora de este libro es una persona especial, ella a través de estas líneas da su opinión de lo que es el amor y la muerte. No son conceptos que se contraponen, al contrario, el amor es lo que hace de la vida digna de vivirla. La muerte, en cambio, para muchos es un final, para los creyentes el comienzo de algo maravilloso.
Me decepciona este libro, nadie puede obligar a otro a pensar como “él” quiere, a cada una la vida le va enseñando, según el camino trazad. Es un camino largo su pasar por el doloroso cáncer, lo vivió como muchas lo han vivido y salen adelante.
Son varias las páginas en que Silvana va transmitiendo sus pensamientos, es decir relata parte de su vida y cómo fue descubriendo lo que significa amor y muerte, el amor no es sexual, es lo que sentimos por lo que nos rodea y por quienes están a nuestro alrededor.
La vida es una batalla que hay que vivirla lo mejor posible, aceptando lo negativo. Y, perdónenme eso sí es personal. Lo curioso es que ella misma escribe el prólogo, generalmente se lo pedimos a otro escritor para escuchar o leer su opinión.
El libro es repetitivo, lleno de preguntas sobre ¿qué es la vida? ¿Estoy conforme con mi vida? ¿Soy quién quiero ser? ¿Me acepto? Mi pasado ¿es un fracaso? Todas preguntas muy personales.
¿La muerte es el final de la vida? Bueno, como dije al principio depende de los conceptos morales de cada uno.
Lo lamento, Silvana Menchini, por el título del libro esperaba obra cosa. Y esto no es literatura.
Seguro me van a preguntar qué entiendo por literatura. “Literatura es una forma de expresar sentimientos, historias, imágenes, hechos reales o ficticios, valiéndose del uso artístico del lenguaje de la imaginación. Es crear belleza, aunque esta duela. Lo no literario expone información sin ninguna pretensión más allá de lo relatado”.
