El rincón de Amelia es un libro de relatos y cuentos muy bien logrados, su autora Hilda Nelly Zamorano es una mujer con un camino de vida interesante, digno de ser contado. En él descubrimos a una fémina fuerte, aguerrida, siempre logrando de algún modo salir delante en los tropiezos que le fueron imponiendo los años. En consecuencia, en estas páginas vibra la risa y el llanto. Y dan deseos de acompañarla, de caminar con ella, de ser partícipe de su existencia.
El libro fue impreso por Editorial Dhiyo, cuya directora Antonia Cabezas desplegó todos sus conocimientos para lograr un hermoso ejemplar. Dan deseos de tomarlo en las manos y ojear sus páginas. Diecisiete relatos que nos van sumergiendo en la vida de una joven que tuvo sueños e ilusiones, en cómo le fueron truncados por el golpe militar y cómo ella, ya en el exilio, supo coger las oportunidades que le daba el país que la recibió.
Tiene una hermosa portada, misteriosa. La imagen de una puerta en la penumbra, visible el picaporte invitando al curioso lector a abrirla y entrar en ese mundo que se le sugiere tenebroso y, al mismo tiempo, interesante. Su autor es Carlos Jiménez Zamorano, hijo mayor de la escritora, quien decidió quedarse a vivir definitivamente en México.
A través de la lectura descubrimos el talento y la maravillosa creatividad de Hilda Zamorano, la excelencia de su narrativa es innegable. No solo entretiene, emociona. Muy bien narrado el drama de una época oscura del país, entretejida al día a día de una familia en formación, que con niños pequeños hubo de emprender vuelo hacia el extranjero.
“Confesiones al atardecer”, un drama muy actual y el amor filial que todo lo asume con entereza.
“Detrás de la mirilla”, un relato que mezcla literatura fantástica con el humor de la protagonista.
“El beso”, un amor golpeado por la dureza de la vida, sin embargo, perdura en el tiempo.
“El suelo que pisamos”, un terremoto contado por una familia.
“El rincón de Amelia”, recuerdos de infancia en casa de los abuelos, el lugar secreto donde la niña imaginaba sus sueños, los juegos con una amiga, la verdadera y la imaginada.
“En el ocaso de mi vida”, la autora de ocho décadas mira hacia atrás los años vividos, su satisfacción, pese a los días oscuros.
“La gitanilla”, un episodio real, escrito con maestría.
Y de esa forma avanzamos en la lectura de estos diecisiete relatos, llenos de sorpresas, atractivos para el lector que se emociona y ríe. Relatos escritos con la maestría de una mujer que sabe contar buenas historias. Una escritora que logra a la perfección el juego que debe existir entre el escritor y sus lectores.
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