“Gotas de invierno” es el segundo libro de cuentos de Rosa Stuardo Hormazábal. El primero lo tituló: “Hojas de mi otoño” publicado en el año 2011. Quién sabe si en el próximo nos hable de la primavera y en un cuarto de aquellos felices días de verano en compañía de su hermana y su madre, en el pequeño pueblo de San Fernando (por lo menos lo era en el tiempo de su infancia).
Tal vez por ello, los relatos de esta autora nos atrapan en el calor de una familia de mujeres, féminas fuertes, soñadoras, dispuesta a no cejar en el camino de rosas y espinas de la vida.
Rosa Stuardo desde muy niña se aficionó a la buena lectura, condición que hoy, a sus noventa y dos años se le dificulta por la escasa visión de sus ojos. Sin embargo, ella no cesa en lo suyo y continúa escribiendo casi a diario, cabeza gacha, el rostro a ras de la hoja en blanco mientras el lápiz corre pausado contando recuerdos y anécdotas vividas. Pero, en sus cuentos no solo se refleja lo vivido, la imaginación de esta autora nos sorprende con su ingeniosa creatividad. A veces, ese cuento leído, se nos queda dando vueltas en la memoria durante días.
Reconocemos y elogiamos el maravilloso trabajo de Editorial Dhiyo, cuya directora, Antonia Cabezas, se preocupa de la prolijidad del mismo.
La escritora que hoy comentamos, en este, su último libro, nos presenta veinticuatro cuentos de excelencia, por su calidad literaria, la buena disposición para la descripción de los escenarios y los auténticos personajes reconocibles para el lector que al terminar la lectura se siente parte integrante de la historia contada.
“El coleccionista”, un relato de amor senil, donde el sexo es tratado con pudor. Lo mejor, el humor muy bien manejado.
“La literalidad de un refrán”, amena narración, escrito con gracia y picardía. Historia contada en base a diálogos, lo que agiliza la lectura.
“La casa de la esquina”. Un cuento de misterio, rayando en el terror, un tema muy bien manejado. Engancha el interés del lector, con un final acorde a la historia contada.
“Presente referencial” es un cuento fenomenal, un hecho arrancado de la vida en palabras que emocionan y, a pesar de hacernos reír a carcajadas, deja en el aire la sensación de lo nefasta que es nuestra sociedad. Tiemblan los valores éticos.
Al finalizar el relato “La muñeca” un suspiro de alivio escapa de nuestro pecho. La justicia ha triunfado.
“Un grito en la noche”, un tema actual, con todo su dolor y menosprecio por la persona diferente.
Y así, estos cuentos de Rosa Stuardo nos hablan de lo cotidiano, de personas comunes y corrientes, de la vida con su lado oscuro y otro luminoso. De la risa y el llanto,
Un libro que, al finalizar su lectura, nos deja el sabor de la satisfacción de la buena literatura.
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