Tener en las manos la antología literaria MAR, del taller de poetas En La Ruta es un gozo indescriptible. Ellos no solo destacan por su excelencia de poesía, sino por ese afán de recorrer caminos, poblados y caletas de pescadores, en la zona central de nuestro país, con el único propósito de difundir literatura. Muchas son las zonas rurales donde la palabra poesía ha calado hondo.
El presente ejemplar es un hermoso trabajo artesanal que nace de las manos prodigiosas de la poeta y gestora cultural Nedazka Pika. Cocido a mano, con tapas de cartón y fotografías coloridas y en sepia del grupo. Siempre contentos, generosos en su entrega.
El prólogo es un acierto escrito por Nedazka Pika, nos habla de “el mar o la mar”, del sin número de poetas, narradores y pintores que han sido embrujados por su belleza, atrapados en ese oleaje incansable, en su calma o su furia. Gracias a ellos, tenemos una noción de mayor belleza de sus aguas azules.
Entre los poetas que participan en este número nos encontramos con Pamela Simoncelli y los conmovedores versos de “Tanu” (espíritu Selk’Nam) Meme Ducasse solamente susurra “Mar” para embellecer sus versos dedicados al océano. Paulina García y su “Mar de Amores”, una poeta consagrada, interesada en resaltar la importancia de nuestros ancestros. Mariela Ríos Ruiz-Tagle, con el breve y bellísimo poema “Piélago” nos estremece y transmite la belleza y la fuerza del mar. Soledad Irrazabal, “Gotas saladas” muy visual en el concepto de lo que es para el ella la mar. Jorge Etcheverry, un intelectual que ama el océano y nos lleva por sus caminos poéticos. Rosita Serrano en un notable poema nos habla de los sencillos hombres del mar, los “Pescadores”. Cristina Wormull, poeta consagrada, presenta “Eclipse de sirenas”, una narrativa de excelencia. Por último, Nedazka Pika, con la fuerza poética que la caracteriza declama “Soy el viento”.
“MAR, antología literaria” es un libro breve, tan solo 58 páginas, sin embargo, la belleza que deslumbran sus versos lo hace grande, digno de figurar entre los buenos libros de poesía. Con él se aprender a querer sus aguas.
Libro que nos deja una sensación de bienestar, de las ganas de acudir a la playa y dejarse arrullar por su canto incesante, de recordar estos versos y emocionarse hasta el éxtasis.
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