Pancho Santa Cruz es un poeta innato. Desde muy niño se enamoró de la poesía y la incorporó a su esencia. Tal es así, que a los once años escribe su primer poema, dedicado a su madre que había fallecido recientemente: “Ya no estás”. Profesor de Educación General Básica se ha desempeñado en varios colegios de Codegua. Nació en Rancagua, actualmente vive en Graneros. La vida rural se vislumbra en su poesía.
Pancho Santa Cruz, es el seudónimo de Víctor Francisco Jara Díaz.
El hablante lírico de su poesía nos habla de las costumbres de un pueblo rural, de los niños y de la escuela, del amor, de recuerdos que fueron construyendo su vida. Y nos invita a ser parte de ella, a disfrutar los momentos. Conocemos la sensibilidad, lo auténtico de un vate en medio de sus fracasos y triunfos, el enfrentar su destino y ser el hombre íntegro que es hoy en día: Un poeta que ama la vida.
“Cada verso es un canto sujeto a una libertad que desarrolla una apertura infinita de posibilidades para deleitar al lector con imágenes poéticas ricas en figuras literarias” nos dice en el prólogo la poeta renguina Angélica González Guerrero. Y es lo que enriquece la poesía de Pancho Santa Cruz, la que nos hace vibrar al escucharlo proclamarla o leer los versos en este poemario. Versos ricos en ritmo, musicalidad y texturas sintácticas, textos cargados de nostalgia y belleza.
“Entonces”
Entonces me refugié en mi silencio
no pudo detenerme mi fiel sombra
que me acompaña a todas partes.
En complicidad con el silencio
comprendí que el corazón tiene dos partes.
una roja y una negra,
la roja florece cada primavera que es llamada
y la parte negra
cada vez más solicitada por el deceso de los fracasos,
y el dolor de lo que sobra.
“Incertidumbre”
¿Qué habita en el fondo de la muchedumbre?
¿Qué piensan los gritos desalmados
en la oscuridad de la noche?
¿El abismo o la brecha nueva nos espera?
El brillo demacrado de las estrellas,
va esparciendo incertidumbre,
en una patria en que todo es nada.
Dos pequeños poemas del vate que demuestran su sensibilidad, su amor a la vida y la preocupación por la patria. La sonoridad de la palabra en boca de Pancho Santa Cruz realza sus versos, nos hace leerlo con ganas, enamorarnos de la belleza de su poesía.
El poemario “Nosotros, los humanos” es un texto de excelencia.
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