Este es un libro pintoresco, novedoso y singular. Su autor, que se nombra así mismo Poeta Minero, es un personaje con gran sentido del humor. Su fin no es otro que hacer que el lector disfrute la lectura, y hay que ver que lo logra con creces. Refraneando Refranes nos deja contentos de la vida, porque, a pesar de lo negativa que a veces se nos presenta, nuestro deber es disfrutarla. Y para ello, nace este tipo de escritores.
El Poeta Minero comienza informándonos que el libro trata de refranes cortos y populares con significado, aquellos que escuchamos desde niños y se nos quedan grabados para a su vez utilizarlos también. Aclara que los refranes son los comúnmente llamados proverbios y que siempre dejan algún tipo de enseñanza. El pueblo es sabio, no cabe duda.
Y, bueno, nuestro Poeta Minero, en su sabiduría humorística, da una nueva vuelta a los refranes aquí publicados, obligándonos a reír o al menos dibujar una sonrisa cómplice.
He aquí unos ejemplos:
“En boca cerrada no entran moscas” (Es a veces muy útil callar) “¿En bocas cerradas no salen protestas?”.
“A quien madruga, Dios lo ayuda” (Quien despierta temprano será ayudado por Dios) “¿A quien madruga, le falta el sueño?”
“A palabras necias, oídos sordos” (Ignorar aquello o a quienes no quieres escuchar, porque no te aportan nada) “A palabras necias, discurso cadena nacional”.
Es un libro breve, tan solo 45 páginas, para llevar siempre consigo y lograr la carcajada pese al mal tiempo y los malos momentos.
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