Este libro es pequeño de porte en lo físico, tiene además tan solo 46 páginas, su autor es Fernando Pez Era, publicado en Santiago de Chile por Ediciones de la Justa Media de Judith. Lleva un epígrafe de Christina Rosenvigne, que encierra a la perfección lo escrito en su interior:
“Alicia sueña que baila
entre filos y cuchillas
busca algo suave en la radio
y se traga otra pastilla”.
Cada página lleva escrito un breve párrafo, algunos de tan solo tres líneas. Pero la historia avanza, un camino que el autor recorre y nos obliga a ir con él para saber qué se trae entre manos, Qué es lo que pretende con la “Rubia Cenicienta” que comienza a describir con osadía, otorgándose ese derecho, inclusive lo que él siente por ella, el cómo la espía al verla pasar, el deseo sexual y el por qué necesita de ella. Entonces nace el erotismo, rayando casi en lo pornográfico, es un hombre joven y carece de la delicadeza necesaria para decir lo que siente, las reacciones de su cuerpo ante esa mujer que ve a la pasada.
Una narrativa diferente, abierta al sentir erótico del macho frente a una hembra que desea y al mismo tiempo lo cohíbe. No tiene el valor de hablarle directamente. Es el monólogo de un hombre que vive su sexualidad en solitario.
Un libro pequeño que posee el enganche necesario para leerlo hasta el final.
