top of page
  • Foto del escritorentre parentesis

UN POCO DE MÍ Antología poética.

Leer un poemario de la poeta y activista cultural Nedazka Pika es el privilegio de disfrutar de buena poesía. Ella es una escritora innata, su don lo trajo consigo desde el vientre de su madre, por eso, no es de extrañarse de los reconocimientos y galardones que comenzó a recibir desde su época de colegio. Su verdadero nombre es María Josefina Hernández Castillo, sin embargo, en su camino literario es ampliamente reconocida por su seudónimo. Decir Nedazka Pika es hablar de poesía de excelencia.

En el presente poemario, notable en sus textos y en la confección del libro, se nota la mano de una artista de primera, hay amor y cuidado, nada es al azar, cada palabra y color es la precisa. En la portada el hermoso rostro de la autora nos mira de frente, con su enigmática sonrisa, como si quisiera prepararnos para la cruda realidad que nos asaltará apenas comencemos a leer los versos. Versos que nos aprisionan, se adhieren a la piel, nos rasguñan y clavan hasta hacernos daño.

La poesía de Nedazka no deja indiferente a nadie, estremecedora hasta el dolor golpea con un erotismo crudo, escrito con la rabia del marginado, de la niña abusada, de la prostituta que pide el respeto que se debe a toda mujer. De la que ama a su familia y por ella es capaz de caminar descalza por el lodo, sin importarle que ni sus seres queridos agradezcan sus desvelos.

PERFARSA (manifiesto versión sucia)

Yo no necesito ponerme la máscara de poeta,

yo solo soy una mujer, que le ganó a la coca

Una loca,

que le dio la vuelta al destino,

Y sé cómo duele el pene en el culito

y como duelen… Ay, como duelen

los cachuchazos en loci.

Yo no necesito ponerme la máscara de poeta,

y sí!... fui puta, pero nunca tuya, nada era por amor en esa época,

con eso pagué la comida y la educación de mis críos.

Y nos vamos adentrando en el desgarro de la vida, en la lucha diaria de los barrios oscuros y sin ley, donde, a pesar de todo, siempre existe un soplo de esperanza. Una luz que les hace continuar las jornadas.

Versos que desnudan la sociedad que no quiere oír los gritos de auxilio, de desamparo, porque la verdad duele, incomoda.

SUEÑO

Sueño con juguetes

unas muñecas sucias

unas barbies falsas

de plástico reciclado

sin movimiento

sin ninguna gracia.

Sueño con juguetes.

Y allí está la infancia, con sus sueños, la esperanza.

La autora en su poesía censura a la sociedad sin pelos en la lengua. Ella va a las poblaciones a declamarla a voz en cuello, pobladoras que lloran y se identifican con las protagonistas de esos versos que arrastran la verdad incómoda.




7 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page