Hay piedras que pueden parecer otras. No se trata de una copia, sino de una serie de factores químicos que hacen que a esto suceda.
Hoy les quiero presentar el diamante Herkimer
A simple vista podría parecer que se trata de una variación de un diamante; una piedra transparente, brillante y con facetas. Su buena capacidad de reflejar la luz, transparencia y forma pueden mover a engaño.
Esta piedra es muy apreciada por coleccionistas y amantes de las gemas; sin embargo la piedra de la que quiero hablarles en esta ocasión parece un diamante, pero no lo es.
Esta curiosa piedra es un mineral, parte de la inmensa familia de los cuarzos.
Los cuarzos se forman a base de sílice; existen muchas variedades con distintas apariencias, y este en particular fue encontrado en Herkimer, Nueva york, en Estados unidos. Tiene un lustre vítreo, es transparente, y si bien es posible encontrar variedades ahumadas, la que más llama la atención es la variedad incolora; además de esto, suele tener una terminación bipiramidal, lo que junto a las otras características hacen que a primera vista pueda parecerse mucho a un diamante.
Como la mayoría de los cuarzos, tiene un buen nivel de dureza, por sobre la media, lo que permite que pueda ser tallado para realizar con él adornos de joyería de gran valor comercial y atractivo visual.
En la naturaleza se encuentra en piedras con terminación doble piramidal, lo que significa que tiene facetas en los dos extremos, a diferencia de lo que ocurre en general con los cuarzos, que se presentan en racimos, formaciones en donde hay varios a partir de una base más ancha. También es interesante mencionar que en el cuarzo Herkimer posible encontrar distintas inclusiones que hacen que se vuelva aún más interesante a la vista; estas minúsculas inclusiones pueden ser de dolomita, pirita, esfalerita o calcita.
Las inclusiones de otros minerales hacen que el cuarzo Herkimer luzca por completo distinto. Gracias a su gran transparencia y brillo, las inclusiones lucen muchísimo en su interior; de este modo, una pieza con minúsculos destellos de dorado metálico será así por la pirita en su interior, anaranjados por la esfalerita, de un rosa suave por la dolomita o de un blanco níveo por la calcita. Todo un universo de variedades visuales que son fascinantes para los coleccionistas.
Espero que les haya gustado este paseo por un mineral muy especial; nos encontramos el próximo mes para conocer otra joya natural de la tierra.
Emilio López B. Escritor, contador de historias, coleccionista.
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