El señor triciclo al rescate del trigo olvidado

A pocos días de la función Obra nueva. Textos nuevos. Llevo horas y horas repitiendo los poemas que conforman mi parlamento. Tengo serios problemas con memorizar cierta parte de uno. La frase dice: “Y recordé esa greda y ese color de trigo”. ¡Pero se me olvida el trigo! Aquí viene lo curioso: Cerraba los ojos para que me viniera a la memoria la palabra, y me aparecía una imagen, ¡pero la imagen de un triciclo! (¡plop!) y después - como de atrasito- aparecía la palabra trigo. En cada nueva ronda, llegando a esa parte, el trigo se volvía a vestir de olvido e, indefectiblemente, fue el señor triciclo quien, una y otra vez, llegó en su auxilio. ¡¡Curioso!!. (por decir lo menos). Esto me pasó muchas MUCHAS veces. (De hecho fue la reiteración la que hizo que me percatara de este extraño suceso). En estado de intriga máxima comencé una indagación. En voz alta dije: TRICICLO, y observé, (a ver qué aparecía en mi mente), y en mi mente apareció la imagen de un trigo. (¡!) Testee invertido. Dije TRIGO y observé, (¡ya casi con terror!), que en mi mente aparecía la imagen de un triciclo!! ¡Y no de un triciclo cualquiera!, era uno de esos antiguos, de ruedas grandes, con una canastita adelante, que está entero oxidado y tiene unas gomitas plásticas color celeste desteñido para tomarse del manubrio. Pesquisé un poco más y dije en voz alta: “Espiga de trigo” y en mi mente apareció la imagen de una pradera amplia, redonda, verde y curvilínea. Por salud metal decidí dejar hasta ahí la indagación. No tengo explicación ni conclusión coherente para este suceso, solo una leve sospecha… …Que con esto de la libertad, allá arriba, (en mi cabeza), las señoras neuronas están de fiesta y, definitivamente, se tomaron muy a lo literal esto de la creatividad. Adeviki Prem. (Don triciclo al rescate del trigo Olvidado.)