Si te enteraras
Así de repente
Que al paso de la última caravana
Aparecieron un montón de brisas
Piadosas de tu partida
Llevando consigo
La misma esencia
De tu caminar tímido
El mismo aroma
De aquel beso fugitivo
Si te enteraras
Así de repente
Tendrías la certeza
De que el tiempo no destruyó nada
No borró nada de tu paso
Por la vida
Que los trazos
Que dejaste en el horizonte
Aún permanecen
Como cicatrices diáfanas
Disfrazas de nubes blancas
Las mismas que hicieron
Un agujero tan grande
Donde arrojaste
Todo lo que se te ocurrió observar
Así nacieron las noches
Llenas de imponderables
Llenas de razones efímeras
¿ Quién puede cuestionar entonces
Los argumentos que dejaste ?
¿ Quién puede incendiar con misoginia
El bello alboroto que causaste
A los elementos que aún te esperan ?
Entonces
Después de esa entrega
Absoluta
Silenciosa
No quedó espacio
Donde no existas ecuánime
En una secuencia
Tan perfecta e inalterable
Como la mitocondrial respiración
Que arrastran...
Los bellos árboles de tu alma
II
¡ Ah !
Princesa de los bosques
Es tan mágico
Así como desconcertante
Cuando aparecen
Aquellos soplos de misterio
Dibujándote la cara
Tu espíritu camina
Entre medio de los árboles
Pintándote las horas
Que tenías para ti reservadas
Moviendo los bordes de tus labios
En prudente alegría
Inclinando sus ángulos perfectos
En delicada misericordia
Para desatar
¡ Ipso facto !
¡ De la nada !
El silencio
De las galeras
Que se pierden a la distancia
Como los torrentes de invierno
Dejando surcos
En tus mejillas
III
De pronto
Se torno un ambiente
Tan especial
Se reunieron en sí
Todas las instancias
A las cuales lograste dar vida
Y hablaron los árboles sin hablar
Acariciando con su aroma
Los últimos arreboles
Que tocaron tu cara
Confundiendo al intelecto
Para acariciarte el alma
Escondiendo tu nombre
Entre sus grietas añosas
Robándole al silencio
Su oscura escafandra
Asirte entre sus raíces
Y coronarte con sus hojas verde agua
Fue la distinción máxima
De una tarde infinita
De una noche infinita
...En una hora que no termina