La poesía de Pamela Simoncelli
TIERRA INCÓGNITA
Y observe, las costas secretas
de La Patagonia que con furia se abrían ante mí.
Tierra incomprendida, desalmada, tierra incógnita
ya vamos…
Me mantuve alerta ante todo lo que vi…
Y en esas benditas tierras de inexplicable lejanía.
Había astrónomos, biólogos, hechiceros
y hombres de la edad de piedra.
Este es un viaje incierto entre dos continentes…
pero, con la misma sangre machacada y humillada,
sangre humana.
Todos comíamos lo mismo…
comíamos hambre.
Y yo, deseaba comer otra cosa…
quizá justicia, a lo mejor libertad.
La insolencia de la horas caía implacable en mi rostro,
en mi alma…
Había llegado desde África hasta La Patagonia.
DESIGUALES
He traído flores, desiguales verdes, amarillas, rojas entumecidas de amor…
Otras son duras, humildes, honestas. Pero, a mí me gustan las intrépidas, las atrevidas e insolentes rompen con las tradiciones impuestas… se visten de dignidad
y crecen en los parques en los jardines…
De allí soy yo…
También encuentro las de sombras
que a gusto siguen allá en la penumbra, buscando su zorzal.
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