Relaciones paralelas entre naciones,
proclamaciones de paz, justicia y libertad,
preceptos de nuestra naturaleza, de respeto y derechos, por sobre los fuegos
de la ambición del alma arrasadora.
La trabajada fátiga, sin piedad la pisotean
risueños opresores con terquedad.
Si unieramos ojos, manos, puños y recia frente sudada,
la tierra temblaria de amor,
tras el velo compungido
que solo desea cantar y existir.
Sin limitancias ni libertades condenadas y enrejadas.
Humanidad como árbol de carnes vivas,
rompes lo cautivo con un pecho lleno de canciones
que crece con talada savia.
Para crecer pongamos la primera piedra
de la futura mirada de un mundo compartido.
Con canto, color, música y flores,
atardeceres de robles sin suicidios,
reinventando justicias y dignidades de pájaros heridos
conciencias disparadas
de qué somos y de dónde somos.
De la razón y el amor sin golpes del entorno
y con el sello familiar de la vida y el culto a la cultura.
Pezones vaciados de esperanzas, palabras al aire
queremos palabras enteras
que cambien el mundo con huelgas para respirar
sin tiranos y almas ciegas que nos privan de la sonrisa.
Devuélvanos las alegrías, las costumbres ancestrales,
las miradas naturales como caravanas solidarias que envuelvan al pueblo
y nuestros barrios.
