La lucidez cual mentira disfrazada,
la profetizacion del básico lenguaje,
es la expresión rotunda
del desvinculo y forzado silencio.
Es la menguación de justicias
y violados derechos,
mecanismos de control
en nuestra fragmentada historia
y surge el asedio poético
en respuesta a una intervenida y sitiada historia.
En su rol anticipatorio
y facultado lenguaje surge la poesía,
futuro evocador y vigente.
La denuncia evocadora
para no olvidar
el despropósito comunicador
que envuelve a generaciones
en discursos sin sentido,
con imágenes desvinculadas de lo autentico,
realismo ficticio y fragmentado.
Mensajes retóricos enunciadores
de y por un ente anulador de derechos,
permitiendo al lenguaje poético
denunciar lo prohibido y a la memoria avasallada.
