Tanto que hubiéramos sido
Eternas conversaciones que nos cubrían como la lluvia
Tardes enteras recostados sobre el pasto
Mientras yo trataba de contar tus lunares.
Me besas con una pasión que reprimes,
Pero no puedo quedarme a esperarte.
Tu indiferencia oscurece mi cielo
Entiendo.
Entiendo.
Entiendo.
Y me resigno.
No puedo quedarme a esperar a que abra tu cielo.
Ya no escucho el piano.
Me ganó el silencio.
Y comprendo con esto que he envejecido…
Una mujer joven llora dentro de mí,
Leo sus labios que dicen:
“yo puedo amar por los dos”
Y por un milisegundo, casi le creo.
Tanto que hubiéramos sido…
Desayunos desnudos
Almuerzos desnudos
Cenas desnudos
Vestidos solo con nuestros besos.
Siempre escuchando el piano
Con mis jazmines creciendo en todas las habitaciones.
Yo cuidaría tu corazón más que el mío propio.
Y tú besarías mis ojos para ahuyentar mis pesadillas.
Tanto que hubiéramos sido
Hamacas en las paredes
Porque nuestra vida SI habría sido un Paraíso.
Yo dejaría dejar de desear viajar
Para recorrer la constelación de tus lunares amados.
Y tú viajarías cada día en los relatos que escribo para ti.
Hasta hubiera aprendido a doblar ropa y hermanar calcetines.
Pero no puedo quedarme a esperarte
Eso me duele más que alejarte de mí.
Tanto que hubiéramos sido
Un nido.
Una trinchera.
Una espada.
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