LA CELULA DEL CAPITALISMO
- entre parentesis
- 18 jun 2021
- 2 Min. de lectura
El gordo Paperas se pesca a la puta de Escarlatina, mientras Esquizofrenia se masturba hasta sangrar. La Gripe y El Tifus filman lo que para ellos será su ópera prima. Meningitis , aislada y en sí misma, manda pequeñas vibraciones, como si quisiera asistir a la Avant Premiere. A La Ciática, todos la vigilan, ya que ésta, algunas veces se pone cuatica. Conjuntivitis, de tanta hierba ve borroso. Camina en medio de la célula, haciéndose el payaso, pero no le resulta, nadie le compra. ¡ Cáncer no vino¡ grita El Cólera, que con los pantalones casi en las rodillas roza las paredes en busca del baño. Está enganchado agrega hacia sus adentros la peladora de Depresión, pero Otitis, el muy agudo, la increpa diciendo : los mismos prejuicios de siempre, no recuerdas que la ultimas vez Leucemia, de paleteá, te atendió con uno de sus masajes. ¡ Cáncer no vino ¡ murmura Epilepsia, acomodádose lentamente para ponerse una linea. Llegaron los pesaos. Listoriosis, Lupus y Malaria con trajes comprados en alguan tienda de los 80, preguntan ¿Cáncer no vino? Todos gravitantemente al unísono : Cáncer no vino. Malaría les da una mirada y se va a la orgía. Atrás quedan Listeriosis y Lupus en busca del bar. Se va armar la grande anuncia Menopausia, con una mirada tan perdida como la tira de Anfetas que le compró al vago de Dislexia. Las luces no delatan. Asma, Artrosis y Hemorroides la raspan tranquilamente inmutados por al angar de la base que lo sustenta todo. Sentidos en calma. Un golpe en la puerta. No, primero una fuerte frenada en las afueras. Ahora un golpe en la puerta. Nadie pesca. Todos en lo suyo : la música el humo y el crinar de los vasos. Nadie pesca. De la cocina Hipertensión Arterial, que no quiere problemas, abre la puerta. Pálido y misterioso entra Enfermedad de Kawasaki, que deja su moto andando y las luces encendidas. ¡ Cáncer ha muerto¡ Les grita a todos. Pero nadie responde. Pero nadie responde. Pero nadie responde. Da media vuelta con los ojos picosos de lágrimas. Cierra vengativamente la puerta. Se escucha un quemar de llantas y un motor que se pierde en la Av. Arterial. Y adentro todos al son, Cáncer. Cáncer ha muerto. Mi Huawei no tiene quien lo llame Lleva semanas vegetando. Se abandona los Ring Tone. Rehúye de las aplicaciones ¿yo no sé lo qué le pasa? Si hasta le tengo un buen plan. Le ofrezco otro, pero no, no responde, no mejora. Mi Huawei, se ha rendido a las llamadas perdidas y a las equivocadas; ofrecimientos de candidatos y a vendedores. Wiffi lo atormenta y Wassabi ; Wassabi, lo decepciona. ¡¡Este pobre Huawei¡¡ Es como si no lo habitara nadie, ni el Coltan ni el Ship. Como si fuera Izquierdista Renovado, carece de memoria. Y día tras día, sin importar la alarma, sus barras van desapareciendo. ¡¡ Señores, mi Huawei, mi Huawei está muriendo¡¡

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