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Foto del escritorentre parentesis

BETTY FERNÁNDEZ HERRERA

Escritora y poeta. El año 2002 funda, junto a don Patricio Figueroa González, la “Agrupación Literaria y Cultural Viento Sur de Lebu”, la cual se mantiene hasta el año 2006. El año 2007 crea la revista de arte, patrimonio y literatura Oxímoron, la que circula durante un año. Además, pertenece al Taller Literario lebulense “Esquinas de un Círculo”. Desde el año 2002 a la fecha asiste a varios encuentros de escritores de su país y el extranjero. Su poesía se ha publicado en diversos medios digitales y antologías a nivel nacional e internacional. Libros: “El Tercer Ojo del Tiempo”, Retrospectiva poética. (Editorial “La Otra Costilla”).


Paupertas,-atis v/s ecclesia

(pobredad v/s iglesia)


Vacante absolutista

Enviando un trineo al obispado.

Martirios en cadena longitudinal.

Antepasado de remota tolerancia.

Cabello cano al suspirar eólico.

Brindis endémico. Naturaleza muerta

Despertando estómagos in carencia.

Dominun Benite Angelorus

Adoremus is dominum.

Canto sacro elevando un pupitre al vacío.

Rondan almas. Penan vivientes a diario

Por harina-agua-sal

Sucumben -------------------------- Sucumben

Al arbitrario lastimero andante

Cristo- hogar-Hogar-Cristo

Monedas-agua-sal-harina

Calle-Barraca-Puente-Basura;

Diccionario in cotidianum

Invocando al léxico de la podredumbre.

Mientras

Sol Aturdidor

Neblina desangrante.

Empacan las sotanas.

Reúnen las mortajas de ambición eclesiástica.

Insertan nuevos colores a su escalada pontifica.

En Tanto

Por veredas arde alma corazón.

Pies en masacre transitiva.

Agonía por cuasi total despojo nutritivo.

Arde El Masacrado

Aún existe

Camina repetitivo por las soleras del mundo

A un terruño in prestamun,

Vivir malgastado de cuencas

En trozos piltráficos.


En química


Junto mis piernas en opresión a mis deseos.

Fulminante requiebro de latitudes en lasciva apuesta.

Congénere de muecas ardiendo en el fuego de unos carnosos labios;

fruto exaltando mi furia pecaminosa de traerte a golpe raudo,

arrastrarte a mi sexo con un salvajismo demoledor.

Se desmenuzan los hielos. Escarcha en espina secuestrando a mi piel

de tibios placeres mundanos. Recorro sus senos a pausa,

en química experimentación. ¡Jadea fémina! Ahogan mis manos tu sudor.

Requiebro tu pubis alborotado, Maquino, el asalto a tu entrega extasial.

Me untas con tu lengua salival y expulsas el grito de la vendimia descarnada.

Sostengo tu cuerpo en articulaciones rimbombantes.

En pausa. Atorada en tus entrañas, celebro el desvirginamiento

De amantes en igualdad vaginal.



Lago todos los santos


Brama la flama acuosa,

blanca, menuda.

Llampo esmeralda

parpadeando

al inmaculado Osorno.


Un paseo con Morfeo


Morfeo columpia mis pestañas

realiza acrobacias y se lanza

a la humedad del iris.

Sube en ascensor, directo a mi cerebro,

le recibe Gene Kelly.

Es tierra de Oz

y los caminos amarillos no son,

van parpadeando como los adoquines de Billie Jean.

Y en el prado azul eléctrico,

una mangosta, Rikki- Tikki- Tavi,

lista para ensartar sus dientes

en la amalgama que cae en silencio.

Pero Phileas Fogg

exilia al invasor

y mis ojos abren de nuevo la luz.


Reloj de arena


El día de Nuestra Señora de Fátima

la lengua cuelga

se retuerce en la carnicería

se extiende la alfombra roja

los invitados son engullidos

los antagonistas babean la Torre de Babel

percuden la americana

hasta oler a escocés

el trago en las líneas del tren

la mojigata en la puerta del horno

el sudario que entona a Bosé

la “mami” chupeteando al amante

(en conserva de alcohol)

la Roberta Close trasquilada por enciclopedias

(celos reactivan el ropero de la Bombal)

la virgen pecadora de lengua

el sorbete lascivo de la casquivana

la huella pisoteada por la huella

la huella cubriendo círculos

en embudo al infierno

viciosos penitentes y buenos

acuchillan a Thoreau

justificando el fin

en la extracción de médula

(que engulle Dante)

tres serpientes sisean

tres mangostas zarandean

la cripta encriptada de sus dientes

tres resurrecciones un solo hombre

siete sellos mascullando tribulación

Sofía sigue las migajas de pan

brinca tararea “Caballito blanco” brinca tararea

tararea tararea

encontró en la banca de las colaciones

al niño cíclope

que oculta su ojo

en los abismos de una mochila






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