De mi libro :DISTANCIAMIENTO SOCIAL
En todo caso, la tragedia fue una conmoción no solo entre su gente, sino que afectó por contagio al pueblo raso, que se asomó a las calles con la ilusión de conocer, aunque fuera el resplandor de la leyenda.
Gabriel García Márquez.
El amor en tiempos del cólera (1985)
1
Ninguna como ella ha inspirado tantas utopías,
fantasías y deseos, desamparo y felicidad.
¿De quién es la tierra?
¿Algún día será de quien la trabaje?
seguiremos viéndola perecer bajo la ambición
mirando como el uno y el otro
se devoran cada día
la tierra se limpia con amor.
Olvidamos que somos huéspedes
de como transitarla,
de cómo caminar ligeramente sobre ella
como lo hacen las otras criaturas
La Tierra es más pequeña, señalan
puede ser recorrida
más rápido que hace cien años
y los pájaros aun cantan y bailan
mostrando sus colores
hazañas sin descifrar
cuando lo demás se acaba
la tierra nos recibe,
hay llanto a tu lado
y ella te acuna y da la bienvenida.
2
Hace sesenta años la Tierra fue atacada.
destruyeron la mitad del planeta.
todas fueron evacuadas,
no queda nada humano
aunque teníamos autorización: poseer la tierra.
No es solo fuente económica,
es nuestra vida,
proporciona tantas cosas
que ambicionan los privilegiados de hoy
La forma en que aparecen los astros
resulta evidente no sólo
la tierra es redonda,
su tamaño no es grande
Hay música en el suspiro de una planta
brotando de los surcos;
armonías en todas las cosas,
si el hombre gozara de los oídos
percibiría el canto de la tierra.
3
Se está solo y nadie sufre por ti
ningún otro puede tomar la carga
el dolor es completamente tuyo
siempre alejado del otro
si hay penas nadie esta
si quieres una fiesta hay muchos
En el hospital a nadie se ve
en esta época el humano comunicado y solo,
hay tanta bandera
los miedos se suben a los hombros
y caminan contigo hasta que desaparece
la última antorcha y la fogata se extingue
después no hay nada
qué hay de tu piel y la mía.
Ni una mínima parte; si uno resiste,
los otros no sienten el daño,
aunque el amor sea grande,
la soledad asomada ríe en tu vida.
Ya no hay faroles en el camino
la amistad se ha vuelto mercado,
tanto tienes eso vales
van huyendo las necesidades del nosotros
tu y yo estamos solos.
Mientras camino de tu brazo
los amigos se alejan
no hay vida en tu mirada
entonces me pregunto cuál es la pandemia.
4
Ella ha hecho un poco de todo,
no hay nadie más para hacerlo
enseñando huellas en los demás,
olvidó formarlas en sí misma.
eso, estar atenta al crecer del otro
no sintió el vacío en ella.
Algo le taladra el corazón al comprender
que por mirar a través de otros, no vio.
Por abrasar a los demás, se extinguió.
Y ahora no sabe qué hacer
entubada en el hospital regional
Hay que amarse primero, me dijo
así es más fácil amar.
5
Estoy sobrio grito parado frente
a un poste de la luz eléctrica
recuperado de una dolorosa borrachera
de quinientas horas
y se manifestó así mismo,
estoy miserablemente sobrio,
y la desolación de la ciudad cavernaria
destrozada por la guerra contra el virus
La realidad debió de ser diferente
y las polillas beben
el último resquicio de licor en su garganta
Es imposible dominar todos los temores
del encierro obligado
6
Ahora tengo fronteras
y un encierro obligado
Ahora me siento confinada
debo afrontar la desagradable sensación,
a la que es imposible enseñar,
Miro la piel envejecida
no pude ir al cementerio
no llevé flores en las manos
ni lloré al despedir tu cuerpo de mi lado
Sé que a nadie en absoluto le interesa
y traen noticias demoledoras,
el virus sigue atravesando las fronteras
Hoy escuché llorar al silencio
después de comer
y arrastrar sus sabores a la respiración,
miles han muerto y no es posible
no tiene con quien compartir su orgullo de cazador
ni a quien enseñar sus heridas.
7
Llega la verdadera soledad
si dejamos de conservar la razón
“tenemos cosas en común”
Regábamos el alma a través de las pláticas
en la placita de juegos
allí hilvanábamos historias y sonrisas
los niños jugaban
Solo tengo un retrato y los 80 años pesan
ya no tengo insulina
cómo voy al consultorio
he perdido la perspectiva
y los hijos ya no están
Tanta lucha, tantas hambres
llevó bandera siempre en la mano
quería igualdad para todos
de sus sueños no se arrepiente
aunque la soledad no la deja dormir
La sensación de estar lejos
del resto de la civilización, es abrumadora
un lugar donde hasta la respiración
se termina en las fronteras del ocio.
Bien se sabe la esperanza se pierde
cuando llega el barquero.
8
Intento incesantemente ser fuerte
a pesar de lo difícil que sea el día
conviviendo la amenaza
esto dicen,
mienten.
Los muertos, los veo igual
que en otros tiempos los desaparecidos.
Igual me levanto, debo ser positivo
¿Usted me quiere verdad?
¿Por eso me llama?
sé lo mejor ….. viene
después de la tormenta… sí, es cierto,
comienzan las fuerzas a agotarse
Los alimentos se terminan
en un comienzo llegaron los ratones
y hubo que limpiar la despensa
es una combinación entre nostalgia destructiva
y las insuperables ansias de salir a flote.
Ya ni puedo mantener una conversación
…….estoy cansado.
Siento mi espíritu derrumbarse,
y lo peor pasa en este encierro, día a día
la cura no llega, ¿será verdad
que quieren que mueran los mayores?
Yo solo quiero acostarme a dormir.
9
¿No tengo derecho a estar cansado?
si ellos se multiplican en turnos
y corren, olvidan sus amores,
y el café de la tarde
Dejar de pensar en el noticiero
la espalda me duele
hay algunas amigas que se alejaron,
Otros dieron la espalda,
amigos que no veo,
y los recuerdos se asoman a mis ojos.
Sé, puedo seguir soportando,
y con la frente en alto.
deseo que ellos estén bien,
que el virus no se enseñoree
sobre los que corren por salvar vidas.
Hace falta un tiempo
de reflexión y descanso,
volver al abrazo cotidiano.
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