Sancho Recabarren
- entre parentesis
- 25 nov 2023
- 3 Min. de lectura
Sancho Recabarren es el nombre que el penquista, aficionado andinista, doctor en ciencias y profesor universitario utiliza como un modo de enajenarse de lo cotidiano: descubre y describe con su identidad de poeta, sin dejar de ser algo de doctor, de andino y de loco. Tras vivir 9 años Talcahuano y alrededores, y lo mismo Copiapó, se radicó en Santiago para estudiar, lugar donde aún reside y escribe.
Ha publicado los libros "Textos (a)SimétricoS" (Mago eds., 2021) y "Aproximación poética a una montaña andina" (ed. Usach, 2022 ). El último, también de fotografías, fue seleccionado en un concurso interno de la universidad de Santiago. También han aparecido sus poemas en letrasdechile.cl (2020), y en las revistas Geohuellas (2021) y Entre Paréntesis (2023). También ha escrito narrativa, crónicas y ficción, que espera publicar prontamente.

La bomba y la libertad
"Distribución del ingreso en Chile: una bomba de tiempo" fue el titular del Análisis de Políticas Públicas, número 29, de agosto del 2004, de Fundación Terram. Durante lustros se mantuvo la advertencia y se fueron precisando estudios sobre problemas de la desigualdad. La sabiduría popular versa muy bien para quienes no lo vieron venir: "no hay peor ciego que el que no quiere ver". Como un octubre chileno, el tiempo para esa bomba llegó.
El segundo viernes del Octubre chileno nos uniformamos con poleras de la Rama de Montaña y acudimos a la masiva convocatoria. Vimos una mujer esbelta, toda blanco como estatua, sobre un paradero; sus labios, atractivos, en un rostro bello como la libertad, no sonreían. Abajo: nosotros, entre un mar de otros nosotros. Uno gritaba consignas, todos respondíamos. Gritos, cantos, carnaval que avanzaba con el Hombre Araña Chileno trepando postes, con batucadas y bronceadas...
Seguía la mujer sobre el paradero, su vestido estaba ajado, de éste colgaban jirones, y tapaba su desnudez parcialmente.
Avanzaban los días, aparecían nítidas demandas y consignas; la plaza fue rebautizada y fue lugar de encuentro azaroso con viejos amigos; pero se mantenía el recuerdo de la mujer y su rostro relajado, sereno e infinitamente triste que no miraba a nadie: su vista se perdía mirando oscilante a un horizonte incierto.
Avanzaban las semanas y la plaza Dignidad era carnaval y demandas: No + Abusos, Queremos participar; también era enfrentamientos inútiles de la fuerza pública contra tanta gente; y era esa mujer de mirada perdida, quien, con desgana —¿o acaso sin fuerzas?—, agitaba una bandera.
Avanzaba el mes y la plaza Dignidad crecía con un escenario protegido por Manuel Rodriguez, con micrófono abierto y con los vecinos marchando con lienzos; la mujer, aun toda blanca, no estaba impoluta: estaba parte de su piel y de su vestido salpicado por una gruesa mancha roja.
Pasaron meses y se acabó el año, que fue despedido con DIGNIDAD por un mar de familias, amigos, vecinos; con encuentros con familiares y con nuevos amigos; con fuegos artificiales de las barras de fútbol, con paz y alegría; pero parecía que aquella mujer seguía sobre el paradero, sin sonreír; y su hermosura, tampoco brillaba: la Libertad había sido manchada con sangre.
El 2020 se recibió con DIGNIDAD y con banderas negras.
Que la primavera...
*
Que al mal tiempo:
buena cara;
Que no hay mal que por bien no venga;
Que ráscate con tus propias uñas;
Que los pobres son flojos,
por eso son pobres;
Que cada uno mata su toro;
Que cada pueblo tiene lo que merece;
Que a rey muerto,
rey puesto;
Que más vale ave en mano que cien volando;
Que el trabajo da dignidad;
Que la gallá aguanta todo;
Que hoy no se fía, mañana sí;
Que quien paga la orquesta,
elige la música;
Que donde manda capitán,
no manda marinero;
Que al César: lo que es del César;
Que cabros: esto no prendió.
**
("¡¡Evadir, no pagar!:
¡Otra forma de luchar!!")
*
Que no son $30, son 30 años
Que una mano lava la otra
las dos lavan la cara
Que no hay mal que dure cien años
Que la unión hace la fuerza
Que no son treinta pesos
son quinientos años
Que dale que las gallinas mean
Que ¡¡Ooooohhhh!: ¡Chile despertóoooo...!!
Que la culpa no es del chancho
sino del que da el afrecho
Que un violador en tu camino
Que una gota con otra son aguacero
Que ¡Se necesita!, ¡de forma urgente!:
¡Una Asamblea Constituyente!
Que el juraméntico jamás cumplídico
es el causántico del desconténtico
Que somos el baile de los que sobran
Que no más abusos
Que cuando el río suena
piedras trae
Que'l paco es perkin
Que somos el río recuperando su cauce
Que la dignidad se haga costumbre
Que de tanto darle el cántaro al agua
rompieron su oreja...
**
O sea:
Aunque cortaron flores, no pudieron frenar
La Conflagración de la Primavera
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