MARVEL MORENO Y LA HISTORIA SECRETA DE BARRANQUILLA
- entre parentesis
- 29 jun
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Marvel Luz Moreno Abello, escritora colombiana nacida el 23 de septiembre de 1939 en la ciudad costera de Barranquilla, capital del departamento de Atlántico. Sus obras han sido publicadas en Colombia y España y traducida al francés y al italiano. Su obra retrata la aristocracia barranquillera de los años 50, donde transcurrió su infancia y juventud, y evidencia la confrontación entre los cambios que trae la modernidad a la vida femenina y el opresivo sistema patriarcal que caracteriza y marca la sociedad de su ciudad natal.

Nacida en el distinguido barrio El Prado de la Barranquilla en el seno de una familia aristocrática conformada por su madre Berta Abello Falquez, su padre Benjamín Moreno y Ronald Eduardo su único hermano, quien naciera dos años después que ella. Su infancia transcurrió bajo el cuidado de su madre, su abuela y de otras mujeres que le transmitieron las tradiciones socioculturales de su círculo social y de su ciudad, las cuales se convertirían en el escenario permanente de su obra y las cuales cuestionaría y criticaría a través de sus relatos, crónicas, artículos y su obra magna, la grandiosa novela "En diciembre llegaban las brisas", una obra maestra considerada el último eslabón entre el realismo mágico garciamarquiano, al que superó con creces en cuanto a la forma de relatar los hechos y el exquisito manejo del lenguaje.
Inició su vida escolar en en el colegio católico Nuestra Señora de Lourdes donde realizó la primaria, posteriormente inició el bachillerato en el colegio La Enseñanza de donde fue expulsada por cuestionar la fe católica y defender la teoría evolutiva de Darwin. En su juventud, por iniciativa de su madre, participó en varios concursos de belleza y gracias a su belleza se coronó como reina del Carnaval de Barranquilla. Trabajó como enfermera e instrumentadora y ejerció de forma empírica el mercadeo y la publicidad. Su formación como escritora fue autodidacta y sus mayores influencias vinieron de escritores como Virginia Woolf, James Joyce y William Faulkner, entre otros.
Durante su juventud en Barranquilla fue cercana a grandes personajes de las élites intelectuales y la bohemia. Se hizo amiga cercana del pintor Alejandro Obregón y fue compañera del conocido Grupo del Barranquilla. Entre sus amigos de juventud se encontraban personajes como Álvaro Cepeda Samudio, Gabriel García Márquez, el pintor Noé León, quien realizó un retrato de ella rodeado de tres tigrillos.
Se casó a los 23 años con el escritor y periodista boyacence Plinio Apuleyo Mendoza, con quien tuvo dos hijas Carla (1963) y Camila (1966). A los 30 años se trasladó a París, donde vivió con su esposo Plinio hasta que se divorciaran alrededor de 1980. A los 33 años le diagnostican Lupus, enfermedad que la atormentaría el resto de su vida. En 1982 se casó con el ingeniero francés Jacques Fourrier.
En París escribió gran pare de su obra literaria y vivió hasta el día de su muerte en 1995 a los 56 años víctima de una crisis de lupus. Y en París rememoró su juventud y se quedó horas y horas escribiendo hasta que en 1987 Plaza y Janés publica su novela que no es otra cosa que su imaginario completo sobre Barranquilla y las cuatro mujeres que marcaron su vida.

En 1969 publica su primer cuento llamado El muñeco. En los inicios de la década de los 70 se traslada a París forma parte de la revista Libertad donde participó activamente como redactora y conoció a notables escritores latinoamericanos con los que entabló una cercana amistad.
En 1972, viviendo en París y tras saberse enferma de lupus, una enfermedad que podía matarla en cualquier momento, se dedicó a escribir con mayor pasión y publica sus cuentos Oriane, tía Oriane y La sala del niño Jesús.
En 1977 inicia la escritura de su primera novela "En diciembre llegan las Brisas" la cual solo sería publicada hasta 1987.
En los años 90 escribe su segunda novela, El tiempo de las amazonas, que sería publicada póstumamente en 2020.
Su obra ha sido publicada en distintos países y ha sido traducida al español y al francés. Sus cuentos fueron publicados en revistas nacionales e internacionales, y cuentan con varias ediciones y adaptaciones cinematográficas.
OBRA EN GENERAL Y SU NOVELA CUMBRE "EN DICIEMBRE LLEGABAN LAS BRISAS"
Su obra muestra la figura de la mujer oprimida y estigmatizada, triste y opacada por la sociedad barranquillera, en medio de complejas simbologías y juegos narrativos; poniendo de manifiesto la problemática vida de la mujer en una sociedad elitista y cerrada como la de Barranquilla en los años 1940 y 1950.
El discurso de lo femenino está presente en los cuentos desde sus personajes, que son, en su mayoría, femeninos: la abuela, la hija y la nieta cumplen su rol dentro del cuento, siendo ellas el centro de una visión cambiante a través del tiempo, de las épocas que las determinan y diferencian (aunque siempre relacionándose entre ellas), así como su condición de mujeres vistas desde diferentes condicionamientos históricos y sociales que las llevan siempre a una marginalidad. Se muestra la fuerza de la mujer en sus personajes al enfrentarse a situaciones, abriéndose paso dentro de una sociedad patriarcal. Las mujeres de diferentes edades nos hacen ver también cierta distinción entre los dos mundos que se plantean: la niña, que vive dentro de una realidad de la ensoñación, donde la imaginación y la inocencia la hacen estar en la niñez, y que sin embargo debe desenvolverse de forma determinada por ser una mujer; por otra parte, la visión de la madre o la abuela nos hace ver una determinación de lo femenino diferente, pues en su edad adulta han tenido que cumplir su papel como mujeres, siendo madres y esposas, y finalmente muchas veces se encuentran solas en su adultez, siendo conscientes de la marginalidad a la que siempre fueron sometidas. Se puede constatar esta preocupación en un fragmento de su cuento Oriane, tía Oriane:
"Ya casada, cuando el tiempo no era más un chispear de instantes sino el lento transcurrir de días iguales, observando jugar a su hija en el jardín de una casa donde un marido cualquiera la había confinado, intentaría recordar en qué momento había oído los ruidos por primera vez, si al día siguiente de haber hojeado el álbum o más tarde, cuando Fidelia anunció que un desconocido había entrado a la playa y recogía caracoles mirando descaradamente hacia la casa. Pero no podría precisar el recuerdo."

El hecho de haber nacido dentro de una familia de la clase alta barranquillera marca fuertemente sus textos, lo cual se puede observar en los espacios donde se desarrollan los personajes: grandes casa o fincas campestres, habitaciones de familias adineradas, en las que se desarrolla la particular situación de la mujer dentro del círculo social burgués, dando una visión urbana de lo que sucedía en la época. Durante su vida, la obra de Moreno goza de una modesta pero cálida acogida en Europa, donde la edición italiana de En diciembre llegaban las brisas recibe el premio «Grinzane–Cavour» al mejor libro extranjero.

Sin embargo, la obra de Moreno pasó desapercibida en Colombia y en Latinoamérica. La marginación de la autora se debió, en gran parte, a la censura por parte de la cultura y el régimen de la época. Aquellos cercanos a la escritora también señalan otros obstáculos como el aislamiento causado por su enfermedad, la tergiversación por parte de los editores, la falta de apoyo por parte de sus colegas escritores, su precaria situación económica y la supresión por parte de su primer esposo, Plinio Apuleyo Mendoza.
Casi 20 años después de su muerte, la editorial Alfaguara publica una nueva edición de En diciembre llegaban las brisas, la cual logra conectar con el público joven y los movimientos feministas. Actualmente se la considera una obra maestra y el nombre de Moreno, aunque poco conocido en Latinoamérica es parte de las mallas curriculares de varias universidades europeas.
Leyendo "En diciembre llegaban las brisas", históricamente, existieron mujeres que quisieron cambiar esa “normalidad” (el patriarcado imperante en una ciudad caribeña y con una estratificación social muy marcada), la cuestionaron y la criticaron; y sabemos también que hubo personas, incluyendo otras mujeres, que las juzgaron por su comportamiento “no apropiado” y la desfachatez de sus palabras en público.
Detecté dos clases de mujeres en el libro, las que son pasivas y aceptan el rol que les dio la familia y sus ancestras y la sociedad patriarcal, se trata de las que son tratadas como objetos, las que no pueden desear, ni soñar, no deben tener aspiraciones más que ser esposas, madres o monjas, pero que acuden a los calmantes o las pastillas y se refugian en la enfermedad para salir de esa realidad que las cohíbe y las mantiene lejos de pensar en ser libres.
Y también, encontramos las que por su sagacidad, logran resistir los embates del machismo, deciden por sus vidas disfrutar de la libertad. En la historia Catalina, Divina Arriaga, La tía Irene, Jimena, Lina, Leonor y Maruja, logran hacerse a un lado y no permitir repetir la historia que vivieron por años, hasta su descenso final, Dora y Beatriz.
Son páginas enteras donde se sienten los gritos, los insultos, los golpes, humillaciones, de estos hombres que no pudieron aceptar que las mujeres hacían parte de su vida y que merecían respeto, ser escuchadas y valoradas. Muchas frases que, aunque era retratada la época de los cincuenta y sesenta, me recordaban que estos hechos se viven actualmente, en el 2024.
Con frustración y tristeza, puedo decir, que en las noticias, en la historia de algunas conocidas, se repite la vida dolorosa de Dora y Beatriz.

Marvel Moreno, habla de una región que se ha considerado por décadas, machista y las 443 páginas dejan una escritura literaria impecable, narrando esa Barranquilla desconocida para mí, pero tan similar a esta época en cualquier región del país, incluso en Latinoamérica o en un balneario chileno de clase alta.
Desde París, Lina recuerda la historia de tres mujeres cuyas vidas transcurren en la conservadora ciudad de Barranquilla. Entre fiestas en el Country Club y paseos a Puerto Colombia se desencadenan una historia de sensualidad aplacada por la violencia, un relato de represión y desenfreno en el que Dora, Catalina y Beatriz son solo víctimas de un patriarcado alojado en las delgadas fibras de su tejido social. Frágiles, rebeldes, llenas de placer y de dolor, estas mujeres sobreviven a un mundo que se mueve entre la liberación del instinto y la protección de lo aceptado y la costumbre.
En la obsesión de Lina por recordar su pasado, esta magistral novela logra transformar las anécdotas de una vida en una idea absoluta del mundo, un panorama profundo de la sociedad barranquillera de finales de los años sesenta. De la memoria personal a la realidad histórica, la estructura de este libro goza a la vez de precisión y de poesía, con el saber distante de una narradora que inmortaliza desde lejos aquellas cosas que ocurrieron en esta ciudad tan cerca del mar.

Con una clara distancia frente a sus contemporáneos del boom latinoamericano, Marvel Moreno rompe con las figuras femeninas del universo mítico y narra una realidad que va desde las vidas privadas de los barranquilleros hasta una condición de la humanidad entera. «En diciembre llegan las brisas» contiene múltiples voces que se tejen alrededor de las contradicciones del mundo femenino, en un universo narrativo que combate tanto las ataduras de una vida burguesa y tradicional como sus formas de representación.
Por medio de una narración cautivante y de un lenguaje maravilloso, la lectura de este libro abre el espacio a grandes reflexiones sobre temas que no se debaten lo suficiente: la opresión de la mujer y la negación del placer femenino. Moreno también ayuda a desmontar el discurso romántico de la maternidad, resalta los conflictos propios de la niñez y la influencia de la figura materna y paterna en el desarrollo del ser humano. El libro destaca el conflicto interno de los hombres por aceptarse a sí mismos, y cómo su dolor y frustraciones se traducen en violencia y represión hacia la mujer, acabando con la oportunidad de amarlas. De igual manera, subraya el peso de las cargas intergeneracionales y el discurso bíblico como herramienta para dominar a la mujer.
En este contexto, el lector encuentra cómo las mujeres a lo largo de los años han tratado de cambiar este sistema desafiando las convenciones sociales, buscando espacios propios en los que puedan ser ellas mismas, así como disfrutar de su sexualidad. La autora también recalca el deseo de salir del esquema esposas-madres o de reformularlo bajos sus propios parámetros.
Considero que es importante leer las obras de Marvel Moreno, una escritora a la que no se le ha otorgado el lugar que se merece en la literatura, porque con sus letras cuestiona y permite analizar el rol de la mujer caribeña, colombiana, latinoamericana y enfatiza el anhelo de que las mujeres libres, frente a sí mismas y a los demás, no sean sancionadas, sino respetadas y valoradas.
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