Comentario Cine: Jojo Rabbit

Más que ser un drama u otro tipo de género cinematográfico, me atrevería a definir esta película como una sátira burlesca al nazismo, expresada surrealista y muy sensiblemente a través de los ojos de un niño de 10 años, durante la segunda Guerra Mundial.

Johannes Jojo Bletzer, pertenece a las Juventudes Hitlerianas a las que ingresa incentivado por su madre, una disidente del régimen, quizás en un intento desesperado por protegerlo de las atrocidades de esta Dictadura brutal.

Jojo, es apodado " Jojo Rabbit” por el incidente que sufrió durante un ejercicio de las Juventudes Hitlerianas, al negarse a matar un conejo como parte de los ritos iniciáticos.

Las conversaciones con su amigo imaginario, Adolf Hitler, otorgan un toque mágico, irónico en extremo, diálogos con visos de cruel realidad, sorprendiendo al espectador por su ingenuidad, pero no carentes de patética e irrisoria complejidad.

El encuentro con la bella joven judía que su madre ha ocultado en el ático de su casa, rompe la aparente calma y rutina de ambos, llenando de tensión y nuevos rumbos a sus vidas.

La estética de esta película es adecuadísima a la época, el vestuario, la ambientación, la música.

Quizás el director intentó romper muchos esquemas pre- establecidos en la estructur y forma del cine moderno y lo logra plenamente, para deleite del espectador, sobre todo en una última escena magistral e inolvidable.

Las actuaciones, la película y el guión son impecables, tanto así que fueron nominados a premios, entre ellos, los premios Oscar.

Destaco la interpretación del capitán Klenzendorf (Sam Rockwell), el cual, con su personalidad atípica, logra inesperadamente vislumbrar rasgos humanos y casi simpáticos desde su investidura del entrenador, tirano e implacable.

Esta película posee escenas bellísimas, de una profunda tristeza teñida de esperanza, una obra de arte, que con humor y humanidad enfatiza la libertad y el respeto a la diversidad, en todos los sentidos, necesarias en toda sociedad que se diga, piense, refleje y actúe, como una sociedad democrática.

Un film, para disfrutarlo, entre la risa, el llanto, y también el hecho de recordar siempre que la memoria histórica es imposible de olvidar.