Comunión
Inmaculada vida que se transforma en paisajes sonoros
De voces milenarias navegando entre idiomas babilónicos
No espera vivir para morir, no espera morir para vivir
Solamente un Dios le permite caminar en el mar
Solamente un Dios la observa desde los cielos
Solamente un Dios la enterrará en sus tierras
En cÃrculos infinitos se despliega desnuda
Sin padres, hermanos, sin raÃces: es aire
Se funde y rÃe sobre las arenas invisibles
La madera silenciosa de los árboles la abraza
Y se desliza por sus montañas verdes, infinita
Sus alas de fuego son nubes desplegadas
La luna entre sus manos acaricia el alma, vigilante.
El sol aguarda al final de todos los universos
Perdona a los pecadores porque ellos caminan ciegos
Comulga, secreta y clandestina, con el dÃa, con la noche
Con el cosmos impertérrito, majestuoso y conmovido
Por los parques de la tarde, una dama sin nombre, desaparece.