ESCENARIO FATAL

Ella se desnuda y recuesta sobre la cama.

Tal cual le ordenaron, coge un clavel rojo del velador y lo coloca horizontalmente entre sus labios.

Los minutos transcurren, lentos, hasta que alguien baja el telón.

Aplausos ruidosos enmudecen aquellos gritos de pavor.

Un espectador con espanto observa aquel clavel ensangrentado, que enrojece sus negros zapatos.