Era el ruido de la noche
Que no paraba de llenar
Todos los espacios
Su especial concierto
Convoca mudas esperanzas
De razones intactas
Con su efímera mordaza
Sabes que el silencio no existe.
Se conglomera todo
Bajo el pequeño universo
Que tanto deseabas
Las montañas que te gobiernan
Y su vertical posición
Comprometían los temblores
Que bajaban raudos
Hacia el monte de Venus
Era el escenario perfecto
Diseñado por las argucias
De tus prados existentes
La nostalgia sin duda
Sería el resultado
Del eterno compromiso de quererte
Sí,
El silencio no existe.
Hasta el más mínimo movimiento
Tenía tanto ruido
Que llegaba a estremecer los huesos
Sin ir más lejos:
El parpadeo de tus ojos
Eran como pequeños huracanes
Causando estragos
A su paso
Era el más bello concierto
Del silencio entregado
Era la más bella destrucción
Que provocaste;
Al mirar
Con aires de distraída...
Todo el universo