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Writer's pictureentre parentesis

Entrampado en los materialismos el ser humano va perdiendo su espiritualidad, aquello que lo hace semejante al Creador, a la esencia del Ser. Desde que nace, lo encarrilan las camisas de fuerza de un modelo lleno de sofismas. Su paso hacia el ser, es constreñido por la prisa, al aprendizaje de aquello que le sirva, aquello que sea funcional a una necesidad imperativa de logros cuantificables.

¿Qué quieres ser cuando grande? Los niños dirían, en su candidez e inocencia, que quieren jugar con otros niños, que quieren ser felices. Pero, el mundo adulto ha asimilado la felicidad a la tenencia de objetos, a la posesión ilimitada, a la carrera salvaje tras vellocinos de oro, sin mirar al costado, tratando de ascender individualmente, dejando de sentir y disfrutar del camino. Desde el jardín de infantes aparece lo utilitario, aquello tangible, que sirva, la caja de útiles. La sociedad mediática segmenta hasta el infinito, moldeando gustos, distribuyendo a nivel planetario aquello que no se necesita, reeditando silabarios con absurdos retoques para que todos los tengan que comprar de nuevo.

El consumismo, el elitismo, el sentido aspiracional y la pseudo pertenencia a lo banal y superfluo, invocan, adoran lo útil, descartan aquello que no sirva a los propósitos de éxito. Así, la caja de útiles se expande. Ya no basta con la cajita de lápices de colores, un compás, una regla, goma de borrar y lápiz grafito. Hoy se necesita estar en vanguardia, usar las marcas, el último celular, el más bacán video juego, el meta verso.

El hombre, inseguro de sí mismo, busca en lo utilitario las certezas, la exactitud, lo mensurable, el dinero. Y, en ese ejercicio, deja fuera los sueños, la cábala, el albur, la cofradía, la utopía rebelde y tozuda, que crece entreverada como enredadera de los primeros veranos. El pragmatismo salvaje, que viste lo utilitario, es avasallante, los afectos resultan inútiles si no conducen a los intereses priorizados. Lo útil tiene precio, se transa, es la apología consumista de lo aplicable, es la racionalidad acomodaticia de eunucos genuflexos, sometidos al amo que los usa, autodidactas del servilismo, todo vale, con tal de llegar a tenerlo todo.

La genial fuga de la sinrazón, de tejedoras de mosaicos etéreos, el halo inasible e incorruptible de los sueños, se rescatan en la palabra espontánea de los trabajadores de las letras, que no colapsan en lo políticamente correcto. Desde allí mi rebeldía.

¡Vivan las cosas que mantuvieron su esencia gratuita! Viva el cantar madrugador de los chincoles, del gallo heroico que, guardado en los cerros, me despierta antes que suenen la alarmas de los celulares. Vengan sonrientes los libros de cuentos, los refranes y las oraciones inusitadas que brotan en los temblores, que salgan a trotar los manifiestos y las cartas públicas, exigiendo simples petitorios de borrachos, atados de promesas inválidas y en desuso.

Nadie cree en lo inútil y los marginales escritores encumbramos lo inimaginable, mientras los genuflexos lucran con las migajas de sus amos, depredan sin asco, le sacan provecho al prójimo, un mero descartable más, si no sirve, que se friegue y a otra cosa, mariposa.

El hombre desvaría buscándole utilidad a las cosas, habla de ponerlas en valor, hacerlas rentables, lucrar hasta el hartazgo, mientras olvida el gozo de simplemente verlas, bienes comunes, engalanar tus nostalgias, los paisajes del canal de Panamá, el valero de plaza Garibaldi, el mate burilado de El Salvador, las mujeres negras bajo quitasoles de colores en Belice, las mujeres guaraníes bailando con botellas verdes sobre sus cabezas, en Asunción, las gordas hermosas de Bahía, el tango gratuito de Lavalle y Florida, las postales arrumbadas de paisajes olvidados. Testimonios inútiles, libros dedicados, un saludo amigo entre manchas de vino en un libro querido, talvez el resabio de un amor perdido, episodios que te embriagaron, que aún te remecen el alma. Viva la Poesía, vivan mis inútiles versos, mis enamoramientos instantáneos, mis fenomenales pérdidas de tiempo sobre el peral de mi quinta.

Pertenezco a la cohorte marginal de los poetas. Frente al pragmatismo, declaro: la creación es una vertiente de libertad y los poetas, en términos transversales, debemos mantener la condición de independencia, combatiendo lo fatuo, lo burdo, el feísmo, el negacionismo cobarde, el culto a lo utilitario, para no convertirnos en artilugios del poder, en objetos manipulables, en entes funcionales con un precio en la frente.

No podemos ser útiles a las estrategias de los poderosos y por eso planteamos la apología de lo universal, de lo sencillo, de los bienes comunes, esos espacios colectivos, hasta donde la codicia no llega. Defender la colaboración y la gratuidad es defender la libertad como aire vital del trabajo de los trabajadores del arte. Nadie podrá impedir que seamos un persistente e irreverente motor de sueños y utopías; nadie podrá impedir que elijamos el aire y la vida, soberanos en nuestros reinos de armonía, sin aceptar que los poderosos mercantilicen o acallen nuestras voces libertarias. La inútil Poesía es inclaudicable.



Hernán Narbona Véliz



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Writer's pictureentre parentesis

Con el asombro prendido a mis solapas

parto a redescubrir la vida

Había caminado sin preguntas

y ahora quiero que me lo expliquen todo


Navegar las hojas de papel biblia

de mis enciclopedias amigas

Fascinarme en el olor a imprenta y cola

de los empastados del Peneca


Voy contra el viento y contra el tiempo

Enfrascado en entender los misterios de los panales,

la bendición de sus mieles milenarias

Explorar los coloquios de las lagartijas

retozando al sol junto a las docas


Hilvanar historias de pelícanos y lobos marinos

Felicitar a los jotes que limpian la carroña

Adherir a los vuelos de los trenes

Encandilarme en sus carros de amanecer

Ser polizón de sus túneles mineros


Descifrar nuevas estrellas del desierto

Caminar aprendiendo del universo

en postergadas lecturas

de las mil y una noches


Encandilado de violines gitanos

Guardando las pinceladas de Chopin

Absorto en la ópera Aida cantada en polaco

Amar las ilusiones de plaza de la Opera


Saborear hormigas saltadas en Bucaramanga

Regalarte un joyero de esmeraldas gigantes

Reincidir en tu sonrisa

Aprender de tu sabiduría


Volver a leer un vaso de leche

Recorrer con Platero los desiertos propios

Asumiendo mis pobres balbuceos

Maravillándome ante la química intuitiva


Calculando los años luz en que orbitaré

por las aureolas de tu cuerpo

Queriendo reposar en tu regazo

Escuchar tus relatos

Dormirme en tus historias


Amanecí dispuesto a la aventura

de besar tu cuello

de gritar te amo

de romper inconclusos pasquines

de abrazarme a las velas corsarias

y llegar sin medias tintas

a proponerte un reinicio


Resignado y sin fuelle

para cambiar el universo,

resuelto a dominar nuestro jardín,

me concentro en lo nuestro


En la amistad que amortigua los pesares

en la mesa colorida y sus aromas

en los musgos de tozudos humedales

en las lámparas de carburo del pirquinero

en hamacas de vino rojo con canela


En parinas fantasmas que decoran los siglos

En las aguas ardientes de río negro

En ese abrazo constante que nos fusiona

en compases de eternidad.




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Writer's pictureentre parentesis

Adiós


Cansada de soñarte

hastiada de silencios

desnudo mis infiernos

las anclas cotidianas


La soledad acechante

remece mi carruaje

Asida a los maderos

confieso mi naufragio


Soy la amiga de siempre

el pulmón que te calma.

El oasis fraterno

que tus planes aclara


He vivido tus triunfos

He llorado tus ansias

He llegado dolida

al umbral que separa


Has crecido y te alejas

sin mirar al costado

Vas salvando obcecado

todo obstáculo o valla


Yo me quedo en pedazos

con tu voz a mi espalda,

asumiendo mis uvas

que su tiempo se escapa.


Ahora emprendo un viraje

en un tránsito osado

al rescate tardío

de mi propia esperanza


Quiera Dios que mis pasos

el amor pronto alcancen…

en archivo de besos

para tanta nostalgia





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