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RUTH SOLANO CASTRO

Foto del escritor: entre parentesisentre parentesis

Reside en Esparza de Puntarenas.

Trabaja como Docente en una Escuela Pública en el área de Educación Especial.

Escuchada en Emisoras poéticas internacionales.

Miembro de grupos poéticos internacionales:

LA VOZ DE TUS ESCRITOS, POETAS DEL VIENTO, otros.

Ha recibido un reconocimiento Honorífico Cultural en Argentina.

Ha recibido un reconocimiento por el Ministerio de Educación Pública de Puntarenas (Gobierno de Costa Rica), como poetisa.

Miembro de Arte Poética Latinoamericana de Costa Rica.


LOS NIÑOS DE LA CALLE


En esta noche fría lluviosa y callada,

emergen recuerdos en mi mente angustiada,

como un panal de abejas me zumba la mente,

tiemblo angustiada y un poco asustada.


El dolor se apega en mi corazón callada,

pensando en los niños que no tienen bocado,

un lugar caliente o alguien a su lado,

infantes hambrientos de amor y cariño.


La angustia aterra,

madre tuvieron, no sé si murieron,

de un hogar disociado de ahí salieron,

buscando la calle, hogar callejero.

Sociedad dividida ellos no pidieron,

será el destino o futuro incierto,

yo tiendo mi mano para dar cariño

pero no me alcanza para tanto niño.


Miro al cielo sigue lluvioso

pero entre la lluvia visualizo siluetas,

Dios del cielo ha mandado a su tropa

ángeles cargados de amor y cariño,

designando uno para cada niño.


Ya no están solos,

ya tienen paz

amor y cariño,

no faltará.


Suspiro tranquilo,

mi sueño consigo,

el Dios de los cielos,

los cuidará.


MUJER


¿Quién es aquella que trajo al mundo la luz y la esperanza?

¿Quién es aquella que lloró de amargura sintiendo su dolor?

Sabiendo que su hijo amado se entregaba a su padre

por cambiar el rumbo de este mundo,

tocando su corazón.


¿Cuántas Marías somos?

¿Cuántas conocemos lo más simple?

Sabemos que la mujer siempre trae la vida,

llenando de alegría a los hogares con uno, dos o tres retoños,

sembrando en ellos la esperanza

de hacer crecer al mundo.


Trabajando siempre como sembrador,

sembrando siempre las virtudes,

los valores que en un hijo no han de faltar.


Hay mujeres muy valientes que son dignas de admirar,

ya que luchan en la vida

muchas sin mirar atrás,

unos amores han perdido,

otras porque en la vida de ocasiones distintas,

han sufrido.


Pero la única verdad que existe

es que no hay aliento en la vida

si no es por una mujer.

Es la fuente de la vida,

y en este momento digo:

¡Sea bendita la mujer!

Ella sufre,

ella llora,

también goza de alegría,

las esperanzas nunca pierden

de un cambio en la vida

Por eso siempre digo:

¿será que todas se llaman María?




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