Ángel

Voy caminando por las anchas puertas de la vida para finalmente, caer cerca de las filosas puertas del ocaso que me observan displicente. Y como aún no me toca, sigo aquí jugando a ser la innombrable, la intocable.

La que cuenta historias jocosas y candentes que alivian la partida de los que anteceden.

Juego a ser inmortal en medio del pasillo de los sin destino, los sin vuelta atrás. Aparece un tipo que quizá un día fue un ángel. Me planta una mirada y dice: Tranquilos, ya se irán a descansar… ¡Pues yo no me quedaré tranquila, sino atenta! [creo que se hacen los que no me ven… Y allí quedo, otro tiempo, otro día más para acompañar a tanto sin vuelta atrás. A veces, observo sus luminosas alas y siento perplejidad, ¿llegaré a tener alas? O, simplemente, ¿soy un ángel mal construido?

Muchos y muchas abandonan imperios y sillas por amor. Yo no muero de nada. Aquí, estoy en la perfecta fila… Esperando que algo pasé.

Que despierte mis seis sentidos… Me dejaré llevar como tierna. Jugaré a ser sencilla, ínfima, utópica. Dar y recibir. ¡Entonces sabré que por este mundo un día pasé!